El grupo de narración “De letras y voces”  interpretó la obra “Una Mañana cualquiera” de la escritora canadiense Alice Munro.


En una experiencia escénica conmovedora y que invita a la reflexión, el sábado pasado seis narradores contribuyeron con sus voces a dar vida a un texto de la escritora canadiense Alice Munro, titulado Una mañana cualquiera.

Los narradores se conocieron mientras realizaban un curso en la Casa de Letras, ubicada en el barrio de San Telmo.

Como egresados crearon esta experiencia teatral que va más allá de las aulas y empieza a andar por distintos espacios.

Blanca Herrera y Cecilia Sorrentino fueron las encargadas de dar vida a “De letras y voces”.

“Hace unos años, la narración era un fenómeno bastante individual. Nosotras quisimos que fueran varias las voces que dieran vida a una misma historia”, cuenta Herrera.

En el encuentro el público fue tentado a cerrar los ojos y dejarse llevar por las voces de cinco mujeres y un hombre, todos vestidos de blanco.

Lo que empezó como una tierna historia de amor entre una mujer llamada Doris y un hombre que se llama Luis, se va ennegreciendo hasta convertirse en una tempestad llena de violencia, odios y locura.

“El relato está lleno de pequeños detalles que en la vida cotidiana dejamos pasar, porque parecen intrascendentes, pero en el relato están muy bien hilvanados y conducen a la tragedia”, explicaba Sorrentino.

El resto del elenco está compuesto por Mónica Sporra, María Inés Morán, Cristina Albéniz, Norma Escudero y Eduardo Gianatelli.

Cada uno, con su personalidad y su tono de voz, aportó un timbre especial a un relato que describe y denuncia una situación de violencia de género que sigue siendo, por desgracia, una lacra de los tiempos actuales.