La diva contó que la cirugía fue ambulatoria y que se encuentra en buen estado de salud


Estos diez meses que ya han transcurrido del 2020 no han sido fáciles para nadie, y mucho menos para Mirtha Legrand. Por primera vez en su vida, la diva tuvo que poner en pausa su actividad laboral durante un largo período para resguardar su salud ante la pandemia del coronavirus, y en el aspecto personal ha sufrido golpes muy fuertes. En mayo se encontró con la pérdida de su mayor sostén, su hermana Goldy; en julio murió su yerno, Marcos Gastaldi; y en septiembre se llevó un gran susto cuando su nieto, Nacho Viale, sufrió un accidente en moto.

Como ha demostrado a lo largo de toda su vida, bajar los brazos no es una opción para la Chiqui. Con la frente en alto y el deseo de poder regresar a la televisión lo antes posible, la conductora aprovecha el tiempo libre para descansar, leer, mirar mucha televisión y hablar con sus afectos. En este último tiempo se animó, de a poco, a salir de su casa para atender algunos compromisos vinculados con su salud. Nada grave: sus primeras salidas fueron al oculista y al dentista, a principios de octubre. Ahora, volvió a cruzar las puertas de su departamento en Palermo para someterse a una pequeña intervención quirúrgica que, según contó ella misma, debió haberse hecho meses atrás.

El encargado de dar la primicia fue Carlos Monti en Confrontados, por El Nueve. Según contó el periodista, Mirtha se dirigió al sanatorio Mater Dei en Palermo el viernes pasado: “La operaron de una lesión cutánea, en la piel, que le tenían que reparar. No hubo necesidad de que fuera acompañada por alguien más de la familia. Se respetaron los protocolos existentes y todas las medidas sanitarias. La intervención duró muy poco”.

Monti contó que la diva estuvo dos horas en el sanatorio y que, si bien solo estuvo acompañada por su histórico chofer personal, Marcelo, todo el tiempo se mantuvo en contacto con su hija, Marcela Tinayre, y Nacho Viale.

Mirtha detalló que fue una intervención que debió haberse hecho “hace tiempo” pero que lo fue postergando por la cuarentena y las mencionadas cuestiones personales. “Cuando vi que la pandemia no pasaba, me decidí a hacerlo. Fue ambulatorio y salió todo perfecto. Me encuentro muy bien y ya estoy en casa”, indicó la diva, llevando tranquilidad.

La primera salida de Mirtha de su casa había sido el 30 de septiembre pasado, cuando se dirigió al oculista y al dentista, también acompañada por su chofer. “Fue una sensación muy rara salir de casa después de tantos meses. Mientras iba en el auto me llamó la atención la cantidad de gente con barbijo: el uso es total, también en los jóvenes”, contó por aquel entonces la Chiqui.

Además, contó una simpática anécdota: “Cuando bajé del auto la gente me miraba. Con el tapabocas puesto la gente dudaba si era yo o no, pero era solo por un instante; enseguida reaccionaban y me reconocían”. Coqueta, indicó: “Mis ojos son identificables, es lo que más conoce el público de mí. Tantos años viéndolos, no hay barbijo que pueda con ellos”.

De a poco, respetando todas las medidas para evitar contagiarse de coronavirus, Mirtha se anima a salir de su casa y atender su salud, indispensable para personas de cualquier edad a pesar de estas circunstancias tan difíciles.