Durante el fin de semana, recorrieron los lugares de trabajo y descubrieron en detalle las obras de los artistas de la zona.
Durante el fin de semana, en San Isidro se realizó la 12º edición de Puertas del Bajo de San Isidro. A lo largo del sábado y el domingo, miles de personas recorrieron las calles de la zona para descubrir en detalle, y de forma gratuita, los talleres y obras de artistas locales.
“Este evento es un producto cultural buenísimo con muchas familias y amigos recorriendo, y artistas que mostraron lo suyo y charlaron con los visitantes, con los que saben de arte y también con los que no saben, en pie de igualdad. Todo se da en un marco de absoluta seguridad y respeto”, sostuvo el intendente Gustavo Posse, tras visitar el taller de Clarisa Cassiau, ubicado en la calle Tiscornia 1043.
La actividad, organizada por la Subsecretaría General de Cultura del Municipio, nació como una propuesta para acercar el arte a la gente, y que todos -profesionales y simples curiosos- accedan y conozcan más sobre el mundo artístico.
“Esta experiencia es hermosa, porque yo siempre digo que todo el mundo cierra las puertas y nosotros con esta iniciativa las abrimos. El arte es sanador, permite comunicarse, y es lindo que la gente entre a los talleres y vea cómo se elabora todo. Tuvimos un encuentro maravilloso, en el que los grandes y chicos usaron el aerógrafo para darle color a distintas maderas”, contó la artista Cassiau, que pinta arte no figurativo, trabajando con elementos de forma, líneas, colores y relieves sobre bastidor.
La propuesta tuvo 35 espacios y más de 300 artistas de diversas disciplinas: dibujos, pinturas, fotografías, esculturas, grabados, restauraciones, intervenciones colectivas.
El silo del Bajo (Primera Junta 1001), fue el lugar de partida para la mayoría de los visitantes, con una exposición con obras de pequeño formato de todos los artistas. Además, los vecinos dispusieron de mapas con la ubicación de cada una de las actividades, gastronomía y un living de descanso.
En cada jornada, se puedo disfrutar del arte en todas las disciplinas, en bastidores, paredes y colgado de los árboles, y arte con los anfitriones produciendo a la vista de todos. Pero también arte para que participe la familia, desde escultura en madera, collage, grabado, dibujo, tejido, pintura sobre objetos en desuso, cerámica y alfarería hasta un taller de seres alados con material reciclado o de mariposas en alambre y papel, mosaiquismo e instalaciones lúdicas. Y más, modelado en masa de aserrín, huerta agroecológica, experimentación con dibujos, tramas y texturas, un recorrido sensorial en conexión con el arte, intervenciones colectivas y siguen.
Además, el encuentro contó con un tren de paseo gratuito, para que la gente no se pierda ningún detalle del itinerario.
Los visitantes también aprovecharon para degustar de la gastronomía más rica de los restó de la zona, y de varios talleres con hamburguesas, pizzas y choripanes. La música acompañó los distintos espacios a la par del movimiento de pinceles. Desde electrónica, jazz (con modelo en vivo), chill y funk experimental y cuencos (con body painting) hasta tango, ensambles de cuerdas, pop, blues y el samba, que não tem fim.
Tras utilizar un aerógrafo y darle color a una madera que formaría parte de un móvil, Susana Dasso de Capital Federal, comentó: “Esta propuesta es espectacular, se acerca muchísima gente no sólo de San isidro sino de todas partes. Aquí hay artistas consagrados que ponen toda su sabiduría a disposición de los vecinos”.
“Me encanta venir todos los años para poder ver de cerca cómo trabajan los artistas. En mi caso, me gusta pintar y esto me motiva muchísimo más. Le agradezco al municipio por esta iniciativa y se las recomiendo a todos”, completó Guadalupe Parodi, vecina de la zona.