El secretario general de la OEA indicó que el COVID-19 “ha agravado problemas estructurales que grafican que tenemos el hemisferio más desigual de todos”. Advirtió que el escenario a futuro “no es alentador” y pidió redoblar esfuerzos, principalmente, en temas de educación, salud, trabajo y género
Luis Almagro alertó este lunes sobre los desafíos que tiene a futuro América Latina para hacer frente a las consecuencias del coronavirus. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró, además, que la pandemia está “visibilizando” y “acentuando” las desigualdades y exclusiones en la región.
“La educación y exclusión en nuestro hemisferio han ido de la mano prácticamente siempre. La vemos en cada variable social, en temas de género, de edad, raza y etnias, temas de salud, de clase social, empleo y desempleo… Las exclusiones y desigualdades en materia de educación están a la orden del día en cada una de estas variables sociales”, subrayó el diplomático uruguayo durante una charla organizada por la ONG Pollera Pantalón, que fue transmitida en vivo.
“La pandemia excluyente en materia de educación ha agravado problemas estructurales que teníamos desde hace mucho tiempo, problemas que grafican que tenemos el hemisferio más desigual de todos”, agregó.
Según el ex canciller uruguayo, “el COVID-19 visibiliza estas urgencias y la exclusión en la región”.
Almagro indicó que la pandemia llegó en momentos en que América Latina estaba haciendo frente a esos problemas estructurales. El impacto del virus no sólo frenó esos esfuerzos, sino que “agravó” la situación de cara al futuro.
En esa línea, el secretario general de la OEA indicó que a fines de 2019, había 26 millones de desempleados en América Latina y el Caribe, de acuerdo a datos de la Organización Internacional del Trabajo. Con el impacto del coronavirus, esa cifra “podría llegar a 43 millones si la recesión se prolonga más allá del 2020”.
Detalló, además, que el COVID-19 afectó a casi el 70% de la población estudiantil en todo el mundo: “Es un shock externo, que a diferencia de un terremoto, un huracán, que destruye capital físico, esta pandemia está destruyendo capital humano”. “Es una crisis que profundiza las desigualdades: la educación, el trabajo, y el capital humano están en el centro de esto”.
Almagro sostuvo que millones de niños en América Latina reciben alimentos en las escuelas y, al no poder asistir por la pandemia, ya no tienen acceso a esas comidas. Además, puntualizó en “la desigualdad en el acceso a internet”, en tiempos en que muchas instituciones están reformando sus estructuras de enseñanzas y aplicando clases virtuales. No obstante, no todos tienen las mismas posibilidades de conectividad o, incluso, de elementos como una computadora.
En ese sentido, el diplomático uruguayo sostuvo que “los más vulnerables son los más perjudicados por la pandemia”. Por eso, instó a las autoridades regionales a redoblar esfuerzos “en salud, protección social y educación”.
El secretario general de la OEA opinó que muchos países no ven beneficios inmediatos a la hora de invertir recursos en educación y salud. Sin embargo, la emergencia del coronavirus dejó en evidencia la importancia de reforzar esos sectores. “En temas de educación muchas veces peleamos las guerras que heredamos. Esas guerras venían con muchas batallas perdidas, y esto se ha agudizado. Hay que pagar la cuenta que se le debe a la educación, reasignando recursos. Esperamos que las organizaciones financieras tengan esto como prioritario en el futuro. La solución en educación significa solución a muchos problemas como seguridad, mal funcionamiento de la democracia, falta de conectividad…”.
También aseveró que “las mujeres se han visto afectadas por” la actual crisis provocada por el COVID-19. El diplomático apuntó que “el mercado está segmentado por género” y que “las mujeres no están valoradas socialmente ni económicamente”.
Ante este panorama ya existente en la región, cada vez más golpeada por la pandemia, y las consecuencias que dejará el coronavirus, Almagro reconoció que “el escenario post pandemia no es alentador”. Para evitar que esas desigualdades y exclusiones sigan creciendo, remarcó la importancia de contar con “instituciones democráticas más fuertes y eficientes”.
“La brecha que se está abriendo estos meses puede demorar años en cerrarse, puede generar problemas estructurales de fondo, y dejar a mucha gente, muchos niños y niñas, a un costado del camino, que le cueste mucho más tiempo recuperar el tiempo perdido. El tiempo para que el que dispone recursos financieros, capacidades tecnológicas, mejores recursos humanos, es un tiempo de rebote muy rápido. Pero para aquellos que no tienen esas capacidades, esa curva de reinserción va a ser una ‘U’ muy abierta”, advirtió.
Consideró que la existencia de instituciones democráticas más fuertes y eficientes permitirá tener capacidad de “resolver esas dinámicas sociales”, y que “las condiciones económicas de rebote sean lo más parecido a una W que a una U”. “Vamos a necesitar flexibilidad en pagos de deuda, en la adquisición de nuevos préstamos, y programas de estímulos que generalmente son particulares de los países desarrollados. Todo eso para rebotar lo más rápido posible, para que las sociedades no se deterioren. Hay que cuidar a la gente, que no tenga una movilidad social descendente, que no sufra peores condiciones”.
En el marco de esta crisis, Almagro destacó las iniciativa impulsadas por la OEA en las últimas semanas, en materia de educación y apoyo financiero: “Nuestro objetivo es conectar a los líderes internacionales y compartir las mejores prácticas globales en América Latina y el Caribe”.