En la mayoría de los casos cuentan con asistencia por parte de Nación y de las respectivas provincias. Sin embargo, algunas instituciones terminarán cerrando sus puertas


Las escuelas de gestión privada afrontan con aportes nacionales y gestiones o ayuda de las provincias la crisis generada por la pandemia del coronavirus ante el aumento de la morosidad en las cuotas, dado que en varios casos la situación se tornó “muy crítica” y llevó a algunas instituciones a cerrar sus puertas.

A casi seis meses de aislamiento social preventivo y obligatorio en el país, el Senado bonaerense aprobó en la madrugada de este miércoles y giró a Diputados el proyecto que establece un subsidio extraordinario para los colegios privados de la provincia y que se les condone la deuda por no haber pagado a tiempo los aportes previsionales del personal.

El proyecto de los senadores de Juntos por el Cambio Lucas Fiorini y Juan Pablo Allan (presidente de la Comisión de Educación) contempla un aporte extraordinario no reembolsable al que podrán acceder los colegios con y sin subvención del Estado, que tengan una cuota mensual inferior a 12.000 pesos y hayan sufrido una baja del 35% en sus ingresos por la pandemia.

Asimismo, los que no reciban subvención estatal obtendrán un máximo de $105.000 y un aporte mensual hasta al regreso de las clases presenciales.

El aporte beneficiaría a 4.500 escuelas que dan servicio a 1.300.000 alumnos, sobre el total de 6 mil colegios privados que hay en el territorio bonaerense.

En Córdoba, los colegios privados afrontan morosidad de ingresos por aportes de cuotas que promedian el 45%, con oscilaciones que van desde el 30 y el 60%, dijo a Télam el presidente de la Cámara Cordobesa de Instituciones Privadas, Javier Basanta Chao.

“La situación del sector es muy crítica”, graficó Chao, al detallar que “los salarios representan alrededor de un 85% de los costos” y que durante la pandemia solo el 35% de las instituciones educativas privadas recibieron fondos de ayuda del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). A su vez, indicó que de cada 100 docentes son 23 los que lo perciben y representa el 50% de sus salarios.

El empresario estimó que para la pospandemia “ya empiezan a visibilizarse instituciones con pocas chances de continuidad” y planteó alternativas de financiamiento con fondos extraordinarios del Estado nacional y provincial.

En Santa Fe, el Ministerio de Educación y el Servicio Provincial de Enseñanza Privada autorizaron a principios de septiembre un aumento del tope de cuotas, resolución que fue rechazada por el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), que considera que contradice el acuerdo alcanzado a nivel nacional con el congelamiento desde abril del valor de los aranceles hasta que concluya la cuarentena y retrotraer los aumentos posteriores al decreto 260/2020.

“El bono (no salarial) docente es por única vez pero a las familias les aumentan la cuota al menos un 8% por todo el año”, dijo Sadop al rechazar el pago de 3.000 pesos otorgado por la provincia a docentes públicos y privados.

El gremio añadió: “la normativa es clara. El aumento de las cuotas está limitado por el porcentaje del aumento docente como una pauta objetiva. Esto evita abusos respecto de que se les cobra de arancel a las familias”.

A su vez, la Dirección General de Escuelas de Mendoza informó que “el aporte en subsidios que el Estado provincial le da a los colegios privados no ha tenido ninguna demora y llega en tiempo y forma”.

Beatriz Della Savia, directora de Educación Privada de la Dirección General de Escuelas, indicó en declaraciones a la prensa que “las instituciones mantienen buenos vínculos con las familias”, mientras que “el movimiento es el normal y habitual en el nivel primario, en general, y en la secundaria incluso ha mejorado la matrícula de los chicos”.

En tanto, el Gobierno de San Luis no ha oficializado ayudas o subsidios a los colegios privados y según directivos de los colegios locales la morosidad ronda el 50 y 60%. Sin oficializarlo aún, cinco instituciones anticiparon que cerrarán sus puertas próximamente salvo que reciban alguna ayuda económica especial.

En Salta, el presidente del Consejo Provincial de la Educación Católica, Roberto Suaina, dijo a Télam que la situación de los colegios privados “es complicada, la ayuda a la que todos estábamos apostando fue la nacional, a través de la ATP, pero lamentablemente llegó a pocos establecimientos, por fallas o diferencias en la implementación”.

“Realmente, la ayuda es inexistente. El Gobierno provincial viene pagando el aporte estatal en tiempo y forma, pero con los errores de hace diez años, la morosidad en Salta oscila entre el 45 y el 50%, el recurso genuino que tienen los colegios es la cuota de los padres”, agregó Suaina. Y recordó que Coprodec “emitió un comunicado a principios de este mes, donde manifestamos la situación delicada que atravesamos y que necesitamos que los padres que han cortado la cadena de pago, que son aquellos que pueden pagar y decidieron dejar de hacerlo, tomen conciencia de esta necesidad”.

En La Pampa, donde la educación de gestión privada cubre al 17,3% del estudiantado con 37 instituciones, la provincia aporta subsidios casi totales, informó a Télam el Ministerio de Educación pampeano.

Siete colegios secundarios que constituyen una opción única en sus localidades reciben 100% de subsidios para salarios, mientras otros 18 de nivel primario también reciben subsidios totales, otros ocho cuentan con más del 90 por ciento, dos reciben entre el 85% y 87% y el restante, el 18,18%.

La ministra de Educación de Chubut, Florencia Perata, confirmó que la provincia “no tiene línea de asistencia para las entidades educativas privadas, que no son muchas, en su mayoría vinculadas con instituciones religiosas”. Perata aclaró que “lo que sí hacemos es informar de manera inmediata al gobierno nacional sobre los beneficiarios de ATP con datos que nos provee el área educación privada que depende de nuestra cartera y que cuenta con información actualizada”.

En Río Negro, el director de espuelas privadas, Gabriel Blanco, afirmó que “la situación de las escuelas privadas acá es similar a las de todo el país, sobre todo la dificultad de las las familias para abonar las cuotas”.

Allí, hay diferentes clasificaciones para las instituciones educativas privadas, las de gestión social, que cuentan con aportes de la provincia para sueldos, escuelas de gestión privadas que perciben algunos aportes y las de gestión privada pura que se denominan aranceladas y no reciben aportes.

Blanco aseguró que “junto a Nación estamos acompañándolas para las inscripciones en el programa de ATP, de ayuda con sueldos y algunas escuelas aranceladas accedieron a ese acompañamiento, pero otras no”.

“Aún no hay escuelas que estén por cerrar pero hay familias que acumularon deuda y en varias de las escuelas, al momento de la matriculación se exige no tener deuda, entonces están armando planes para esas familias”, acotó.

En Santa Cruz, los colegios dependen del Consejo Provincial de Educación (CPE), algunos son subsidiados o reciben un aporte parcial en función de su matrícula, sin obligación salarial del estado, sino que afrontan con recaudación propia, y las subvencionadas, son las confesionales, en las que el CPE paga el 100% de los haberes de los docentes.

Fuentes del sector informaron a Télam que las netamente privadas como Poplars e IPEI en Río Gallegos, y otras como Las Escuelas del Viento de la Mutual de Petroleros en Las Heras y Pico Truncado, tenían la opción de recurrir a los ATP, así como los jardines privados reconocidos por el estado, aunque estos pagos no tienen la regularidad mensual de los salarios y han recurrido a rifas o ventas, para afrontar su sostenimiento.

En Río Gallegos, en el mes de julio, el Jardín Maternal Mi Pequeño Mundo con más de 20 años de actividad, cerró sus puertas ante la imposibilidad de sostener su estructura en el marco de la pandemia. Docentes expresaron su pesar en las redes sociales, ante el cierre del que consideraban su segundo hogar, y donde recibían cada día el amor de decenas de niños.

En Corrientes, donde no se entregan subsidios a las escuelas privadas, la directora de Enseñanza Privada provincial, Alejandra Moncada, explicó que la Cámara de Jardines de Infantes “que son los más afectados”, solicitó un subsidio en una oportunidad, “que le fue otorgado” así como a las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), de las zonas rurales “que son de gestión privada con un subsidio de más un millón de pesos”.

Moncada dijo que los colegios privados “se siguen sosteniendo con las cuotas de los alumnos” y en muchos casos, también recibieron los ATP».