El objetivo de este desarrollo es “educar a los linfocitos T de memoria”, lo que proporcionaría una respuesta inmunitaria a largo plazo. Los detalles sobre este proyecto, basado en tecnología oncológica
Biotech Ose Immunotherapeutics anunció resultados preclínicos positivos sobre su vacuna contra el coronavirus. El laboratorio francés, que busca reforzar a través de su vacuna las defensas inmunes, logra así innovar en tecnología a los desarrollos de otros laboratorios como Moderna, Sanofi, AstraZeneca.
La empresa de biotecnología, especializada en inmunología oncológica y enfermedades autoinmunes, centra su trabajo en la intención de “educar a los linfocitos T de memoria”, proporcionando así una respuesta inmune a más largo plazo.
La carrera por las primeras vacunas contra COVID-19 tiene a varios laboratorios trabajando de manera acelerada para alcanzar el éxito, incluso algunos ya se enfocan en una segunda generación de estos desarrollos. Esta es la elección hecha por OSE Immunotherapeutics, y parece estar dando resultados positivos preliminares.
Según el director científico de la compañía, Nicolás Poirier, el objetivo es “armar las defensas inmunitarias (linfocitos T de memoria, nota del editor) contra las células infectadas por COVID-19”. El enfoque del proyecto utiliza la misma tecnología desarrollada por OSE en oncología, en cáncer de pulmón, de acuerdo a lo que surge de la prensa francesa.
Los desarrollos más prominentes en la carrera de vacunas, como son los de Moderna, AstraZeneca o Sanofi, basan fundamentalmente su investigación en la inducción de una respuesta de anticuerpos que neutralicen al COVID-19. Sin embargo, los primeros indicios sostienen que los estudios han demostrado que esta respuesta puede ser de corta duración.
Ose Immunotherapeutics, en sus anuncios, describe a su vacuna como “una candidata innovadora y diferenciada en más de una forma”. La idea de “educar a los linfocitos T de memoria” proporcionaría una respuesta inmunitaria a largo plazo.
“Nos basamos en lo que sabemos de síndromes respiratorios agudos graves (SARS) previos, como el de 2002, o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), descubierto en 2012”, puntualiza el director general de OSE, Alexis Peyroles. De acuerdo a los adelantos, los estudios preliminares que sirven para apoyar esta promesa han demostrado que 11 años después de la infección por SARS, los pacientes presentaban una memoria inmunitaria para los linfocitos T.
Con sede en Nantes, el laboratorio de biotecnología reconoce ser novato en la carrera por la vacuna. Sin embargo OSE apunta a que han logrado analizar más de 46.000 secuencias del genoma del virus, incluso que le permitirían reconocer sus mutaciones a la primera secuenciación realizada en Wuhan, donde apareció el coronavirus.
Esta lectura genómica le posibilitaría determinar varias áreas objetivo en la superficie del virus que no habían mutado entre las diferentes cepas secuenciadas.
Para Peyroles, en declaraciones que recoge el diario Les Echos, “claramente estamos en un tipo de vacuna de segunda generación”. Para el laboratorio no existirá una sola vacuna para combatir mundialmente al coronavirus. Además prevé “un inicio de la fase 1-2 del ensayo clínico, a partir de finales de 2020 o principios de 2021”, para luego ir a un estudio de fase 3 en gran escala.
Laboratorios como OSE Immunotherapeutics requieren financiación para este tipo de proyectos, en especial aportes públicos como los que están apoyando a las principales investigaciones. Otro camino, son las fusiones o alianzas entre laboratorios. En este punto, una de las últimas noticias fue la de Sanofi que compra la estadounidense Principia Biopharma por 3.680 millones de dólares. La operación, la última del grupo farmacéutico francés a la biotecnología estadounidense, ha sido aprobada por unanimidad por los consejos de administración de Sanofi y Principia Biopharma.