El desafío de trabajar para que la salud sea un derecho de todos y no un privilegio de algunos es uno de los ejes de gestión que trazó el intendente Ariel Sujarchuk desde antes de asumir el gobierno municipal.


La inauguración de dos centros de atención de primerísimo nivel como las UDP Garín y UDP pediátrica de Maquinista Savio, o el Hospital de Salud Mental y Adicciones de Belén, no significa más que hacerse cargo de las responsabilidades que los dirigentes políticos asumimos cuando los vecinos nos convierten en sus funcionarios.

A poco más de un año de su apertura, la UDP Garín es el mejor centro público de salud en diagnóstico por imágenes de toda la región sanitaria V, el corredor norte que abarca desde Vicente López hasta Zárate. Acabamos de adquirir un resonador de última generación, que se suma al tomógrafo y al ecógrafo, prestaciones que, entre muchas otras, antes no brindaba el sistema sanitario municipal de Escobar.

La UDP Savio es el mejor centro público pediátrico de todo el distrito y también está equipado con la mejor tecnología disponible. En la actualidad, atiende más consultas que el propio Hospital Provincial Erill, no sólo en la especialidad pediátrica, sino también en medicina clínica.

El Hospital de Salud Mental y Adicciones es único en su tipo en toda la provincia de Buenos Aires y aborda, desde la inclusión y la integración, un flagelo social. Genera enorme satisfacción que ya sean varios los externados que se reinsertaron no sólo en la sociedad sino en el mercado laboral, gracias a iniciativas complementarias que también lleva adelante el municipio.

Estamos construyendo el Polo de Salud de Matheu, más de 1000 metros cuadrados donde se articularán distintas prestaciones médicas y se dispondrá de 40 nuevas camas de internación, sumando 90 en total administradas por la Municipalidad. Cuando comenzamos nuestra gestión, el municipio no contaba con ninguna cama que pudiera albergar a los vecinos ante una emergencia.

Como contrapartida, el Hospital Provincial Erill atraviesa una terrible crisis edilicia y de falta de profesionales, al punto de que sus servicios de guardia y de neonatología muchas veces se encuentran colapsados o directamente cerrados, teniendo los pacientes que ser derivados a los centros municipales. Ante la inacción provincial, la Municipalidad colabora activamente con la Asociación Cooperadora a través de jornadas solidarias, eventos especiales o destinando específicamente fondos propios para garantizar el funcionamiento del nosocomio.

Otro ejemplo de mezquindad política y falta de sensibilidad social es el Hospital del Bicentenario de Garín, finalizado en un 95%. En su momento el Estado invirtió $400 millones en este edificio que hoy es una cáscara vacía. La compra de la aparatología y el equipamiento fueron completados y se proyectó entonces un centro con 140 camas que permitirían, por año, 4000 internaciones, 2000 partos, 1150 cirugías, 150 mil consultas externas. Sin embargo, desde diciembre de 2015 y por una decisión incomprensible del Gobierno Nacional, se paralizó el final de la obra que beneficiaría a 3 millones de bonaerenses.

Desde la Municipalidad, entendemos a la salud pública como un conjunto de políticas que se constituyen y se articulan para garantizar las condiciones de vida de todos los vecinos. De absolutamente todos. Para eso trabajamos desde el primer día de gobierno, teniendo en claro que esa tarea se cumple bien sólo si se piensa en el bienestar general, sin ningún sesgo partidario y lejos de la búsqueda del rédito electoral. Los pacientes son personas y no números. Seguir construyendo un sistema sanitario municipal moderno y eficaz es nuestro compromiso. Un compromiso que se asume con hechos y no sólo con palabras.