La estrella cubano-estadounidense cantó, bailó y habló mucho con sus fans de “Camilizerlandia”.


En la era digital no todo es virtual, el encuentro sigue teniendo sentido y la cercanía no se mide en kilómetros. El sábado a la noche, en el DirecTV Arena, Camila Cabello selló la relación con sus seguidores argentinos cantando, bailando pero, y sobre todo, charlando.

En una velada a puro pop, más de 10.000 niñas, adolescentes y padres acompañantes gritaron al ritmo de la cantante latina, cubano-estadounidense, del momento. Con una destacada actuación, Lali Espósito fue la elegida como la exponente local más popular del género para abrir una noche de mujeres al frente.

Caliente, Tu Novia y Una Na fueron sólo algunos de los temas de Brava(2018), que convirtieron la ansiosa espera en un momento a puro baile animado.

Con su sonrisa auténtica y su carisma, que hace conexión directa con las preadolescentes, Lali Espósito brilló por la calidad de su presentación, que bien podría haber sido la protagonista de la noche, pero sus seguidoras estaban ahí para ver a otra carismática cantante que logró romper las fronteras y crear una clan internacional con sede central en Buenos Aires.

“Si estoy soñando, por favor no me despierten”, suplicó humildemente la protagonista de la noche en el video de introducción al show.

Entre la niebla artificial y con el grito agudo de fondo, encaró el escenario entonando Never Be The Same, el tema que lleva el mismo nombre de la gira que también presentó la semana pasada en Brasil y Chile.

El fenómeno Camila Cabello trascendió mundialmente y llegó hasta Argentina, o mejor dicho: «Camilizerlandia». Esa nueva palabra es la que identifica a nuestro país como el que mayor cantidad de fanáticos tiene.

Los «Camilizers», como se autodenomina el colectivo, tienen su hábitat natural en las redes sociales, pero también demuestran su amor como en los viejos tiempos y decenas de ellos fueron a buscar a su ídola a Ezeiza.

“Es que los amo tanto. Son los mejores fans del mundo, me siento tan afortunada. ¿Les puedo cantar una canción de amor?”, expresó sorprendida la artista a pocos minutos de comenzar su espectáculo. Can’t Help Falling in Love, el clásico de Elvis Presley, cantando a capella demostró el poder vocal de la joven que siguió con una canción de su autoría, Consequences,al piano.

Si bien esta fue la primera vez que Cabello llegó al país con un tour propio, en marzo ya había brindado un show en la edición local del Lollapalooza. A los dos meses de lanzar su primer álbum, titulado Camila, que debutó en el N°1 en los Estados Unidos con 119.000 unidades y se convirtió en disco de oro, vino a participar del festival en una trascendental experiencia que relató el sábado.

“Recién había salido mi disco cuando vine a la Argentina y pensaba que iba a haber una sola persona cantando mis canciones en el público: mi mamá. Estaba tan insegura y tan nerviosa. Cuando subí al escenario me hicieron sentir tan amada y tan especial. Por eso esto es ‘Camilizerlandia’”, confesó con sincera emoción en su español natal, por momentos mezclado con palabras inglesas.

El constante agradecimiento y cariño provocó una respuesta recíproca desde la audiencia al escenario. A la cantante se la notó durante la hora y media de recital realmente comprometida con lo que vivían sus seguidores. Tras jugar con los gritos de uno y otro lado del estadio, decidió profundizar sobre su relación e ir más allá: “Me importan mucho sus vidas”.

Scar Tissue la escribí tras el peor momento de mi vida, que me enseñó algo importante. Todos experimentamos malos momentos. Cuando tratás de ignorarlos, te hieren más. Está bien permitirte sentir el dolor y vivirlo. Es una buena oportunidad de tratarte mejor, con paciencia y cariño. Si nos tratáramos a nosotros mismos como a nuestros mejores amigos, seriamos más felices. Quiero que me prometan que se van a tratar bien a sí mismos”, fue la lección del día coronada por un abrazo genuino entre dos amigas de la platea.

Poco duraron las lágrimas, cuando a los minutos ya el estadio entero se encontraba bailando y alzando carteles para sorprender a Camila. Delfina, Valentina, Luciana y Pablo fueron los «Camilizers» de la velada al ser elegidos para subir al escenario en Real friends.

Sin embargo, el preferido de la noche fue otro admirador que llamó la atención de la cantante con -valga la redundancia- otro cartel: “Hola, amor de mi vida, tu música me ayudó a confesarles a mis padres que soy gay”, leyó Cabello desde el escenario y se quedó estupefacta.

No todo fue emoción el sábado y los casi 90 minutos de espectáculo culminaron con el hit que cuenta con un billón de reproducciones en YouTube, Havana. La fiesta llegó a su clímax familiar para el final y el estadio se retiró bailando al ritmo de una salsa cubana moderna.