La profesional, de 42 años, contrajo el virus luego de visitar a su hermano mayor, también infectado e internado. Tras ello, continuó su vida normal. Se estima que tuvo contacto con unas 30 personas, de las cuales 14 ya fueron localizadas y aisladas


El cuarto caso de coronavirus en la provincia de San Juan causó un revuelo que aún perdura. Se trata de una médica de 42 años que se contagió tras ir a ver a su hermano, también infectado e internado en el área de terapia intensiva del Hospital Guillermo Rawson, y luego siguió con su vida normal, atendió a otros enfermos y visitó a sus padres el fin de semana.

En consecuencia, la profesional de la salud fue denunciada por el gobierno sanjuanino por “atentar contra la salud pública y accionar negligente”. Y esta tarde, el gobernador Sergio Uñac comunicó que la mujer fue separada de su cargo, junto a los jefes de Terapia Intensiva de Adultos y del área de Infectología del mismo nosocomio.

“El esfuerzo que ha hecho un ejército de gente, en una primera línea de batalla por médicos y enfermeros, también en la policía, en el Ministerio de Desarrollo Humano que han repartido ayuda alimenticia, esa actitud y la de casi 800 mil sanjuaninos no se puede ver empañada por una persona que vulneró los protocolos y evidentemente que molesta”, dijo Uñac.

La mujer echada trabajaba hasta hoy en el servicio de Clínica Médica del Hospital Rawson. Su hermano, un transportista local, contrajo el virus en Buenos Aires y estuvo internado en el Hospital Municipal de Trauma y Emergencias Federico Abete de Malvinas Argentinas. El 5 de mayo pasado, el hombre fue trasladado a San Juan en avión sanitario para que continuara su tratamiento.

Según la denuncia que presentó la ministra de Salud Pública de San Juan, Alejandra Venerando, la médica visitó el 7 de mayo pasado a su hermano en su box de aislamiento, le dio de comer y hasta lo llevó al baño, pero después no realizó la cuarentena correspondiente.

En el acta elaborada por el personal encargado de aquel día consta que “se le advirtió a la profesional la gravedad de la situación” y que igualmente “ingresó al box de su familiar”, expuso Venerando.

La denuncia es por “conductas que atentan contra la salud pública, por su actuar negligente, imprudente y con impericia en el ejercicio de sus funciones, debido a su formación académica”. El texto de la demanda indica también que “existe una clara violación a los deberes de funcionario público, debido a que la doctora no actuó conforme al protocolo COVID-19, poniendo en riesgo la salud del personal del hospital y comprometiendo la de toda la población de la provincia, delitos tipificados en los artículos 203, 205 y 207”.

El accionar de la médica despertó la preocupación por la posible cadena de contagios. Las autoridades ordenaron la búsqueda de todas las personas que pudieron tener contacto con la doctora, que de acuerdo a las primeras estimaciones serían al menos 30 personas. En este contexto, 14 personas ya fueron aisladas. Entre ellas están la madre de la médica, el hijo y su marido, con quienes compartió la comida el fin de semana.

Como consecuencia del hecho, también se cerraron la Comisaría de 9 de Julio de la Policía y el Juzgado de Paz Letrado de 9 de Julio por la posibilidad de que haya habido contacto estrecho, ya que en esos lugares trabajan parientes de la mujer.

La denuncia contra la doctora está en manos del fiscal Roberto Mallea, quien dijo que “por ahora la médica con COVID-19 sería la única responsable”, aunque no descartó que haya más imputados.

A través de su abogado, la médica presentó hoy un pedido de eximición de prisión en la Justicia. Mientras avanza la investigación, ella permanece aislada. “El camino es darle a la paciente todos los cuidados que requiera, asegurarle los cuidados, cumplir los protocolos. Hemos ido sobre todos los contactos de una actitud irresponsable, de una doctora que no supo, no sólo no cuidarse a ella, sino que no supo cuidar a sus pacientes y ni siquiera a sus progenitores”, aseguró Uñac.

Varios ciudadanos de la capital provincial también expresaron anoche su malestar por la situación y realizaron un cacerolazo convocado por medio de las redes sociales.

El último parte del Ministerio de Salud de San Juan indica que la provincia tiene una condición sanitaria de “libre de virus circulante”, 19 casos en estudio o sospechosos en proceso de laboratorio y 621 personas en cuarentena.