Se trata de 300 monitores, 50 bombas de infusión y 40 respiradores para que el sistema sanitario bonaerense pueda dar respuesta ante la demanda aumentada de pacientes con coronavirus. El Ministro de Salud de la Nación participó del acto junto a su par provincial, Daniel Gollán
Con el fin de fortalecer la capacidad de respuesta de las jurisdicciones ante la pandemia de COVID-19, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, entregó hoy al ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, modernos equipamientos valuados en $100 millones. Se trata de 300 monitores, 50 bombas de infusión y 40 respiradores que serán puestos a disposición de hospitales públicos.
El titular de la cartera sanitaria nacional destacó que la provincia de Buenos Aires “sigue ampliando su enorme capacidad en este corto plazo” y para favorecer esta expansión “se hace esta entrega de equipamiento de alta calidad y especificidad”.
González García afirmó que desde el inicio de la pandemia y durante el período de aislamiento se trabajó “para equipar, preparar, entrenar a los equipos de salud y estudiar la enfermedad”. Además destacó que este tiempo le permitió a la ciencia desarrollar medicamentos posibles, aunque aún ninguno es decisivo, y vacunas potenciales. “De las seis que hay en estudio, Argentina tiene el honor de mantener negociaciones con tres”, expresó.
Por su parte, Gollán manifestó: “Lo que recibimos hoy es importantísimo porque conseguimos llevar las camas públicas de terapia intensiva de 883 a 2.000, mientras que el sistema privado supera las 4.000 camas”.
El ministro de salud bonaerense explicó que durante la pandemia se reorganizó todo el sistema de salud y que esto fue posible gracias “al esfuerzo de gestión que se pudo dar a través de la coordinación de Nación, la provincia y los municipios”.
En este marco, el Ministerio de Salud de la Nación lleva hecha una inversión de cerca de $193 millones y distribuyó a las distintas provincias 1063 respiradores con un monto de $850.400.000 y 39 ecógrafos con $4.469.400.
Durante la entrega, realizada en la sede de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (DINESA), los ministros estuvieron acompañados por el subsecretario de Servicios de Salud e Institutos de la cartera sanitaria nacional, Alejandro Collia y la titular de la Subsecretaría Técnica, Administrativa y Legal de la cartera bonaerense, Victoria Anadón.
El último informe emitido por el ministerio de salud bonaerense indica que hay 218.392 casos confirmados y 4.291 fallecidos. De esta manera, las estadísticas demuestran que la tasa incidencia entre los infectados es de 1.245 casos por cada 100 mil. Y entre los pacientes recuperados, muchos de los cuales se convirtieron en donante de plasma, hay 166.135 personas. En promedio, se registran alrededor de 5.500 casos diarios en el territorio.
Debido a la situación epidemiológica de su distrito, el ministro Gollán siempre fue uno de los más críticos y hasta había puesto en duda la temporada de verano. “Es inimaginable que si no tenemos vacuna vayan cientos de miles de porteños y bonaerenses a la Costa”, había dicho el 6 de agosto pero luego hubo una desmentida del gobierno nacional.
No era la primera vez que el ministro realizaba declaraciones que generan alarma en cuanto al devenir de la pandemia en la Argentina, más precisamente en su jurisdicción, la provincia de Buenos Aires. El 28 de julio, tras 130 días de cuarentena y un crecimiento exponencial en cuanto a los contagios de la enfermedad, expresó: “Si sigue ese ritmo, las camas de terapia intensiva pueden colapsar en la segunda quincena de agosto”.
Algo similar ocurrió el 7 de julio, cuando advirtió: “Si liberamos mucho el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), estallan Rosario y Córdoba”.
Sin embargo, su declaración más explosiva ocurrió el 31 de mayo, cuando criticó a los ciudadanos que se manifestaron en contra del aislamiento. Y advirtió: “Si se levanta la cuarentena, en quince o veinte días, empezamos a ver las imágenes de Nueva York, Manaos o Italia y España, con cadáveres apilándose en cámaras frigoríficas, en las calles o en los geriátricos”.