Los kits eran de origen coreano y fueron observados por el laboratorio de virología del Hospital Muñiz, que advirtió una «dificultad en la calidad». Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad ya enviaron otro lote de reemplazo para que los hospitales puedan continuar con los testeos con normalidad


Luego de que el Laboratorio de Virología del Hospital Muñiz informó “alguna dificultad en la calidad” de los test rápidos utilizados para detectar contagios de coronavirus entre el personal médico, las autoridades del Ministerio de Salud porteño retiraron los 20 mil kits de los establecimientos.

Se trata del lote 39A del test serológico SD Biosensor, de origen coreano, que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había adquirido en el marco de la emergencia sanitaria y con el objetivo de realizar un programa de vigilancia epidemiológica de todo el personal del sistema público de salud, trabajadores de los geriátricos y de otras áreas del Gobierno.

El insumo médico informa sobre la presencia de anticuerpos IgM (los más tempranos) y también IgG (los más duraderos), que genera el cuerpo después de estar en contacto con el coronavirus.

“El test serológico adquirido había sido previamente aprobado por los organismos reguladores en la materia”, informaron desde el gobierno porteño.

Sin embargo, el pasado viernes 26 de junio por la noche, se tomó conocimiento de que dicho lote tendría “alguna dificultad en la calidad”, según los especialistas a cargo de la evaluación permanente de los insumos utilizados.

“Inmediatamente, autoridades de la cartera de Salud se pusieron en contacto con la empresa representante y la fabricante para notificar lo sucedido y definir los pasos a seguir -detallaron a este medio-. En paralelo, se está llevando adelante una evaluación del inventario y nos hemos puesto en contacto con los hospitales que tienen test de ese lote en su stock, para reemplazarlos”.

Vale aclarar que de los 100 mil test que confirman el lote bajo análisis, el Gobierno porteño “sólo se habían distribuido menos del 20% y que se están haciendo las diligencias para recuperarlos inmediatamente”, aclararon desde la cartera que dirige Fernán Quiroz.

En simultáneo, realizaron el el envío semanal con tests de otro lote, por lo que “los hospitales cuentan con los reactivos necesarios para continuar con los testeos con normalidad”.

Mientras el contagio del personal médico es uno de los puntos que más preocupa en el momento en que el país parece acercarse el pico de casos, y aumentar el testeo es una de las herramientas clave para hacer frente al avance de la pandemia, desde la cartera sanitaria tranquilizaron: «Ante la duda que generó la evaluación de algunos tests, tomamos la decisión de retirar todo el lote porque estamos con capacidad para seguir adelante y atender el reclamo puntual».

Además, esperan la llegada de otras pruebas serológicas que compraron a una empresa china, dijeron.

A mediados de este mes se conoció que científicos argentinos investigadores del Conicet y de las universidades nacionales de San Martín (UNSAM) y de Quilmes (UNQ) y de dos Pymes tecnológicas fundadas por ellos mismos habían desarrollado un nuevo test molecular para detectar el coronavirus y que están en condiciones de producir 80.000 diagnósticos por mes.

La prueba molecular, que fue financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se llama ELA-CHEMSTRIP y consta de tres pasos. Una vez realizado, el resultado se visibiliza en una tira reactiva, similar a los tests de embarazos de venta libre. A diferencia de otros métodos de testeo, permite el diagnóstico de personas infectadas con síntomas o sin ellos, no utiliza un equipamiento costoso ni muy sofisticado y la gran mayoría de sus insumos (más de un 80%) son de industria argentina.