Es el 11° país en pasar esa cifra de fallecidos, por debajo de España y Rusia. Sin embargo en el último mes, el ritmo de nuevos decesos por día se redujo a la mitad


Desde el primer fallecido argentino en el país, el 7 de marzo pasado, a la fecha, Argentina superó los 40.000 muertos por coronavirus. A 9 meses del inicio de la pandemia, se transformó en el 11° país del mundo en pasar esa cifra en números absolutos, sólo superado por Brasil y México en Sudamérica.

En relación a la población, los 40.009 fallecidos informados en el último parte oficial se traducen en una tasa de mortalidad de 898 decesos por millón de habitantes. Este valor ubica a Argentina en el 7° lugar a nivel global, en una lista de 150 países que superan esa base poblacional, según el ranking que actualiza diariamente la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos.

Un mes después de ese primer fallecido local, los muertos totales eran 60. Y el 8 de mayo, al defender la prórroga del aislamiento obligatorio, Alberto Fernández auguraba que si no hubiera sido por la cuarentena estricta implantada el 20 de marzo, Argentina iba a estar como Suecia. “Cuando me dicen que siga el ejemplo de Suecia, la verdad lo que veo es que Suecia, con 10 millones de habitantes, cuenta 3.175 muertos por el virus. Es menos de la cuarta parte de lo que la Argentina tiene. Es decir que los que me están proponiendo, es que de seguir el ejemplo de Suecia, tendríamos 13.000 muertos”. Ese día, nuestro país tenía 293 muertos, alrededor del 10% de los fallecidos del país nórdico.

Hoy Suecia tiene un total de 7.067 muertos totales, menos de la quinta parte que Argentina, y una tasa de mortalidad de 691 fallecidos por millón de habitantes, por debajo de la de nuestro país. Y mientras que nuestro país acumula 1.469.919 casos de contagios detectados, el total de suecos que tuvieron la enfermedad es de 278.912.

Los números actuales están muy lejos del escenario que imaginó el Gobierno y después de meses de aislamiento estricto, las cifras no dejan de generar frustración y cuestionamientos en muchos sectores sobre la oportunidad y graduación de la cuarentena. A esto se suma una economía que en Argentina se derrumbó y un índice de pobreza que, según la última medición de la Universidad Católica Argentina (UCA), asciende al 44,2%, y el desempleo al 14,2%.

Con el recrudecimiento de la segunda ola en Europa, el ranking de fallecidos en relación a su población lo lideran Bélgica, Perú, Italia, España y el Reino Unido, en ese orden, con entre 900 y 1.500 muertos por cada millón de habitantes.

Dentro del continente americano, la mortalidad por millón de habitantes de Argentina (898) está por debajo de Perú (1.134), pero por encima de México (882), Estados Unidos (867), Brasil (847), Chile (836) y Ecuador (809).

 

La tasa de letalidad

La mortalidad no es el único indicador que permite evaluar el impacto de la pandemia y comparar lo que sucede en Argentina respecto de otros países.

La letalidad – que mide la cantidad de fallecidos con relación a los casos detectados con COVID-19- en Argentina es del 3%. Significa que de cada 100 contagiados, mueren 3 personas. El valor ubica a nuestro país en el puesto número 38, más bajo que México (9) y Ecuador (7) en la región, y por encima de Estados Unidos y Francia (2).

Con este valor podría decirse que, hasta ahora, el sistema sanitario respondió bien, aunque este indicador está estrechamente vinculado a la cantidad de tests para identificar a las personas contagiadas. Con 90.893 test por millón de habitantes, Argentina sigue estando muy por debajo de países como Dinamarca, que registra 1.374.974 sobre esa misma base poblacional.

Hasta ahora, las autoridades nacionales siguen sosteniendo que los indicadores de mortalidad no fueron mayores porque el sistema sanitario no colapsó.

A nivel nacional, la ocupación de camas UTI es del 54% y la cifra muestra un progresivo descenso. En CABA, esta semana, la ocupación de camas UTI en hospitales públicos registró su nivel más bajo desde julio: 23%. En AMBA, los porcentajes también mostraron un descenso y el 58% que se alcanzó en la última semana fue la cifra más baja desde agosto.

 

Descenso de nuevos muertos diarios

Sin embargo, el análisis de los números informados diariamente por el Ministerio de Salud de la Nación refleja un sostenido -y alentador- descenso, tanto en los nuevos casos confirmados como en el número de fallecidos.

Desde el 9 de octubre – cuando se dio el pico de 515 fallecimientos – y hasta principios de noviembre, el promedio de nuevos muertos para los últimos 7 días rondaba los 400 diarios. Según el último parte del Gobierno, los muertos en las últimas 24 horas fueron 121. Si bien las cifras informadas los fines de semana y feriados suelen ser más bajas que en la semana, con el último dato, hoy estamos en menos de la mitad, con un promedio para siete días de 154 decesos por el COVID-19. Pero todavía no se logró perforar la barrera de las 100 muertes diarias.

En cuanto a los infectados confirmados, se reportaron 3.610 nuevos casos, y ya superaron la enfermedad 1.305.587 personas sobre el total de contagios confirmados.

En Argentina, del total de muertes por coronavirus el 57% fueron hombres y el restante 42% mujeres. En el 1% de los casos, no hay datos.

 

La carrera contra una posible segunda ola

Los países europeos, durante la primera ola, tuvieron un ritmo muy acelerado de contagios y eso llevó al colapso de los servicios de terapia intensiva, que se vieron desbordados. Pero la instalación de mayor cantidad de plazas de terapia intensiva tiene un limitante en todo el mundo: el personal de la salud, que no es fácil de capacitar ni de reemplazar.

La consecuencia fue un alto número de muertos en un corto plazo de tiempo. Países como Bélgica, llegaron a tener en un solo día 25 muertos por millón de habitantes, una cifra bastante superior a la de Argentina, que mostró un pico de 7 para el mismo indicador, entre fines de septiembre y la primera quincena de octubre.

Ahora, en el Gobierno vienen observando con preocupación desde hace semanas la segunda ola de la pandemia que se desató en Europa, y apuestan todas sus fichas a un gigantesco e inédito operativo de vacunación que pueda alcanzar a la mayor cantidad de población -al menos la de grupos de riesgo- antes del invierno. Si bien todos coinciden -hasta ahora- en que vacuna no es la solución absoluta, ya que su eficacia no está garantizada al 100%, ni elimina a cero la posibilidad de infectarse.

Si bien en el Gobierno nadie quiere precisar a qué ritmo estiman que se aplicarán las dos dosis que requieren las tres vacunas en desarrollo, si se tomara el ejemplo de Gran Bretaña, el primer país que ya comenzó a hacerlo, debería aspirar a 1 millón de personas por semana. Si se calcula que tienen que vacunarse dos veces, el plan de vacunación llevaría por lo menos 15 meses. Solo en el conurbano habrá que vacunar a 8 millones de personas. Si la perspectiva es similar a la que tiene España, de vacunar a 1.600.000 personas por semana, Argentina terminaría el programa en 9 meses.

 

Lo que ocurre en las provincias

Del total de muertes por coronavirus informadas a la fecha por el Ministerio de Salud de la Nación, el 53% residía en la Provincia de Buenos Aires; el 13% en el distrito porteño; y el resto en las demás provincias.

Analizando por distrito, la Ciudad de Buenos Aires tiene el peor valor en mortalidad por coronavirus: 1.742 fallecidos por cada millón de habitantes. Con menores valores se posicionan Tierra del Fuego (1.395); Buenos Aires (1.203), Jujuy (1.105) y Río Negro (1.077). En el resto de las provincias el indicador varía entre 800 y 100 muertos por millón. Con cifras por debajo del centenar se ubican La Pampa (78) y Corrientes (37),

Las provincias con mejores indicadores en cuanto a la mortalidad son Catamarca, Misiones y Formosa, un distrito cuyo gobernador, Gildo Insfrán, implementó una rígida política de cierre de fronteras, que le valió que la Corte le ordenara disponer un mecanismo para permitir la libre circulación de los más de 7.500 varados. En la totalidad de las provincias argentinas hay muertos por COVID-19.

En cuanto a la letalidad -fallecidos en relación a los casos detectados de COVID-19-, Salta y Jujuy están en el tope, con 5 muertos por cada 100.000 confirmados. Le siguen La Rioja con 4, Buenos Aires, CABA y Chaco con 3 fallecidos sobre esa base poblacional. El resto de las provincias se ubican por debajo.

 

¿Cómo se procesó la información?

A nivel nacional el Ministerio de Salud, y a nivel mundial, el repositorio de la Universidad Johns Hopkins y de Worldometers.

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