En un marco de alegría y gran emoción, la ya tradicional institución celebró sus 48 años con una cena en la que estuvieron 250 vecinos
El Municipio de San Fernando le da un fuerte apoyo a los clubes, sociedades de fomento e instituciones intermedias del distrito, que tienen una función social clave para contener e integrar. La política que lleva adelante el Intendente Luis Andreotti incluye otorgamiento de subsidios, materiales y trabajo conjunto con talleres culturales y actividades deportivas para los vecinos.
El Presidente del Concejo Deliberante, Santiago Aparicio, quien concurrió en representación del Intendente Luis Andreotti, dijo: “Acompañamos a esta institución, el Círculo Italiano, que se formó en el corazón de Virreyes hace 48 años; es gente amiga que ha trabajado muchísimo todo este tiempo. Y felicitamos a su presidente, Martín Greco, y a toda la Comisión Directiva que hace un esfuerzo terrible para poder subsistir en esta época. Seguramente le ponen mucho esfuerzo y tiempo con su familia para estar acá y acompañar a todos los socios”.
“En ese sentido, nosotros, como funcionarios públicos, los acompañamos cada vez que lo necesiten. En San Fernando existen distintas instituciones a las que les damos subsidios para que puedan hacer obras para seguir creciendo, pero fundamentalmente en la mayoría, el esfuerzo de los socios y de la Comisión Directiva las mantienen de pie y contienen a muchos vecinos, así que en este aniversario los saludamos y les dejamos el saludo del Intendente Luis Andreotti”, finalizó Aparicio.
Martín Greco, Presidente de Círculo Italiano de Virreyes, expresó: “Todos los años son especiales, sobre todo cuando festejamos esto que no todos los clubs pueden. El Municipio siempre está presente. Hoy acá concurrieron 250 personas para conmemorar el 48 aniversario de nuestro Círculo; siempre es mucha la cantidad de gente que viene para esta fecha. Agradezco la concurrencia; siempre son bienvenidos”.
Con gran emoción, uno de los socios fundadores de la institución, Leopoldo Degore, dijo: “Muchos de mis compañeros ya no están, pero me da un orgullo muy grande que en este momento dirijan el Círculo una serie de jóvenes que hacen perdurar la institución para las generaciones posteriores”.
Y recordó: “Llegué de Italia en 1952 cuando era un muchacho; bajé del barco y vine a San Fernando, donde me quedé, pero siempre con la nostalgia de haber dejado en mi lugar parte de la familia y compañeros. Entonces, en una feliz noche, decidimos tener un lugar donde poder reunirnos y vencer esa nostalgia. Se empezó desde la nada, con un terreno, y se fue avanzando. Fueron muchas noches perdidas, pero no en vano; es un gran orgullo el encontrarme con la institución de hoy, que es muy sana para sacar a los chicos de la calle. Los apellidos pasan, pero las obras quedan”.