Tras varias horas de intensas búsquedas finalmente se confirmó la muerte de Ebrahim Raisi, el jefe de Estado de línea dura de Irán. El helicóptero en el que se trasladaba el mandatario junto a otros altos funcionarios se estrelló cerca de la frontera con Azerbaiyán.
Junto al mandatario, también iban el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, el gobernador de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, y otros funcionarios y guardaespaldas, informó la agencia estatal de noticias IRNA. A bordo también se encontraba el ayatolá Al-Hashemi, Imam de la Mezquita de Tabriz.
Las malas condiciones climáticas dificultaron las tareas de rescate que se extendieron por largas horas.
El helicóptero en el que viajaban Raisi era un Bell 212 que formaba parte de un convoy de tres aparatos. El ministro del Interior, Ahmed Vahidi, en un primer momento se refirió a un “aterrizaje brutal” del helicóptero, pero sin dar mayores detalles. Las otras dos naves, en cambio, aterrizaron sin problemas en Tabriz, en el noroeste de Irán.
Inmediatamente, el régimen organizó una reunión de emergencia presidida por el primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, quien asumirá las funciones de presidente hasta la celebración de elecciones en un plazo de unos 50 días.