Con señales simultáneas de respaldo internacional y medidas internas estratégicas, el Gobierno consiguió esta semana una pausa en la tensión financiera: el dólar retrocedió casi un 10 % en días recientes, y el riesgo país cayó a niveles cercanos a los 900 puntos básicos, lo que le permite afrontar las últimas cinco semanas hasta las elecciones legislativas con mayor estabilidad.
La caída del dólar oficial (que pasó de $1.515 a $1.360) y la significativa baja del riesgo país se dieron sin que el Banco Central tuviera que intervenir agresivamente en el mercado cambiario, una señal de que las medidas adoptadas surtieron efecto en el ánimo de los inversores.
Entre las acciones más destacadas, el Ejecutivo eliminó temporalmente las retenciones del agro hasta el 31 de octubre, lo cual impulsó la liquidación de divisas del sector agrícola. A su vez, el respaldo explícito del Tesoro de Estados Unidos –con promesas de asistencia financiera– reforzó la confianza del mercado y animó el repunte de los bonos argentinos.
Aunque por ahora el contexto político y electoral no genera sobresaltos mayores, los analistas advierten que este respiro podría ser frágil: todo dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener la estabilidad cambiaria y monetaria, y de los resultados que arrojen las urnas el 26 de octubre.