La secuela liderada por Jason Momoa no cubrió las expectativas y marca una decepcionante despedida del DCEU
En 2018, la primera película de Aquaman, protagonizada por Jason Momoa y Amber Heard, se convirtió en el estreno más taquillero del Universo Extendido de DC con más de mil millones de dólares en recaudación global. Tres años después, la secuela de las aventuras del rey de Atlantis de queda lejos de su predecesora. Estrenada el 22 de diciembre en los Estados Unidos, Aquaman y el reino perdido alcanzó uno de los peores debuts en taquilla para DC.
El film reúne otra vez a Momoa en el rol Arthur Curry y Patrick Wilson como su medio hermano Orm. La trama se desarrolla años después de que Aquaman se convirtiera en rey de Atlantis y formara una familia con Mera. Su tranquilidad es interrumpida por Black Manta (Abdul-Mateen II), quien amenaza con matar a sus seres queridos como venganza. Arthur Curry deberá trabajar con su Orm, quien fuese su némesis en el filme anterior, para defender a los suyos y al mundo submarino.
El segundo capítulo del proyecto cinematográfico alcanzó apenas 27 millones de dólares en la taquilla doméstica, durante sus primeros tres días de exhibición en salas.