Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará esta semana a Buenos Aires para iniciar la primera revisión del programa de facilidades extendidas por US$20.000 millones acordado en abril.
El gobierno de Javier Milei ya recibió unos US$12.000 millones en abril, y esperaba un segundo desembolso de US$2.000 millones a mediados de junio, aunque este fue pospuesto hasta julio por el incumplimiento de las metas de reservas .
El principal punto de tensión con el FMI gira en torno al monto y la libre disponibilidad del próximo desembolso. Mientras el organismo considera razonable un giro inicial del 40 % del total, el Gobierno apunta a un desembolso mayor, de entre US$10.000 y US$12.000 millones, que le permitiría fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA) .
Para el Gobierno, contar con un desembolso elevado y de libre uso es fundamental para intervenir en los mercados cambiarios, contener la volatilidad del dólar y recomponer las reservas netas, que hoy se encuentran en terreno negativo .
Analistas del sector privado señalan que el tamaño y la rapidez del desembolso inicial serán clave: un giro mayor al promedio podría marcar una diferencia significativa en la liquidez del BCRA y reducir la presión sobre el mercado cambiario.
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La misión técnica del FMI evaluará en Buenos Aires el cumplimiento de metas fiscales y monetarias.
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Tras la revisión, se definiría si el gobierno accede a un desembolso mayor al previsto: la discusión está centrada entre US$8.000 y US$12.000 millones.
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También se discutirá si estos fondos serán destinados libremente al fortalecimiento de reservas o a otros usos.