El martes 8 de julio, el Gobierno nacional ratificó su estrategia de restricción monetaria combinada con tasas reales positivas para estabilizar el tipo de cambio. Luis Caputo reafirmó que este esquema permitiría “dominar al dólar” sin recurrir a compras directas del Banco Central.

El enfoque contempla mantener el interés de los instrumentos en pesos —como Lecaps y bonos— por encima de la inflación esperada (20 % anual) para atraer capital local y extranjero. Actualmente, las tasas bancarias se ubican en torno al 30‑39 % anual, generando un rendimiento real significativo.

Aunque el dólar oficial acumuló un ajuste cercano al 10 % desde fines de junio, el Gobierno sostiene que el ritmo es “controlado” y que aún no alcanza el techo de las bandas cambiarias (~$1.450)Sin embargo, reconocen que una suba abrupta de la divisa podría presionar la inflación hacia valores por encima del 2 % mensual.

El Tesoro complementa el plan comprando dólares con pesos provenientes del superávit fiscal, evitando que el BCRA emita moneda e incrementando la base monetariaAdemás, se evalúa reducir la ignorancia de dólares en manos del BCRA y mantener reservas.

Por su parte, desde consultoras privadas advierten que las condiciones actuales —alta liquidez en pesos, tasas elevadas y morosidad creciente— podrían dificultar un fuerte rebote económico, pese a la atracción de inversores.