En un contexto de tasas en alza y volatilidad cambiaria, el Banco Central y el Ministerio de Economía sostienen estrategias para contener la presión sobre el tipo de cambio sin usar divisas de las reservas.
El dólar mantuvo su tendencia alcista y ayer rompió la barrera de los $1.300, impulsado por la tensión en las tasas de interés, la cautela del Banco Central (BCRA) para evitar desprenderse de reservas y las compras “hormiga” de divisas que sostiene el Ministerio de Economía para apuntalar su esquema de bandas.
La escalada se da mientras todavía se sienten los efectos del desarme de las Letras de Financiamiento (Lefi), que liberó pesos y generó una fuerte volatilidad en el mercado. Según analistas como Salvador Vitelli, de Romano Group, el BCRA habría intervenido indirectamente esta semana mediante pases pasivos —operaciones de liquidez a un día— con una tasa nominal anual del 35%. Distintos reportes del mercado coincidieron en esa lectura.
Estas maniobras, explican los operadores, son intermitentes y se combinan con contratos de dólar futuro. En ambos casos, no se comprometen dólares de las reservas, aunque se genera emisión para pagar intereses.
Desde la consultora 1816 advirtieron que esta intervención directa sobre las tasas de interés siembra dudas sobre la consistencia del régimen monetario actual, que en teoría deja a la tasa libre para ajustarse según la liquidez. Incluso el Fondo Monetario Internacional, en su último comunicado, instó al Gobierno a “seguir mejorando la claridad” de su esquema monetario.
Por su parte, la consultora PxQ planteó que el programa económico enfrenta un dilema: mantener la tasa real positiva ayuda a anclar el dólar y contener la inflación, pero encarece el crédito y ya empieza a impactar en la morosidad de empresas y familias.
Mientras tanto, el Ministerio de Economía sigue acumulando dólares de forma discreta. Según confirmó Luis Caputo, en los últimos 35 días se compraron USD 1.500 millones, cifra que sorprende al mercado. Portfolio Personal Inversiones estimó que entre junio y julio esas compras sumaron al menos USD 968 millones a un tipo de cambio promedio de $1.251.
Estas operaciones se realizan a través del segmento “Senebi” (Sistema Electrónico de Negociación Bilateral), que permite negociar sin mostrar las transacciones en pantalla. Las contrapartes suelen ser empresas o provincias que colocan deuda afuera y venden dólares para hacerse de pesos. Córdoba, por ejemplo, colocó recientemente un bono en Wall Street.
Por otro lado, la intervención en el mercado de futuros es cada vez más marcada: la consultora 1816 señaló que la posición vendida del BCRA pasó de USD 1.900 millones a USD 4.800 millones en julio. Son contratos que se saldan en pesos según la evolución del tipo de cambio.
Con la tensión cambiaria latente, el mercado sigue atento a la dinámica de tasas, la posición de reservas y el calendario electoral, mientras el Gobierno apuesta a sostener la calma sin quemar dólares.