A partir de este lunes, el Banco Central (BCRA) ya no tendrá que manejar deuda propia ni emitir para pagar los intereses que genera. Con la extinción de los últimos $10 billones de pases pasivos la entidad que conduce Santiago Bausili podrá encarar una nueva tarea.
Los últimos anuncios el Gobierno llevan a los analistas a pensar que el principal objetivo de la entidad será la intervención en la brecha cambiaria, en detrimento de la acumulación de reservas. Si bien puede haber una suba en la tasa de interés, los economistas privados dudan de que la administración del costo del dinero sea el próximo foco del BCRA.
Tras la decisión de recomprar en el mercado financiero cada peso emitido para capturar divisas en el segmento oficial, el Gobierno desacelerará todavía más la acumulación de reservas. Así, le costará cumplir con una de las condiciones base para salir del cepo: robustecer las arcas del BCRA.