Los jueces Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño firmaron en las últimas horas un fallo histórico: revirtieron la absolución por mayoría del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro dictada en 2022 y condenaron a prisión perpetua a Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta García Belsunce.

La resolución llega 21 años y cinco meses después del asesinato de la socióloga, que transcurrió por un largo derrotero judicial.

Para los magistrados de Casación no quedan dudas de que Pachelo fue quien el 27 de octubre del 2002 ingresó a la casa del matrimonio García Belsunce-Carrascosa, ubicada en el country Carmel, con intención de robarles. En ese contexto, asesinó a María Marta de cinco disparos en su cabeza.

Pachelo había sido juzgado en 2022 por el homicidio de la socióloga, pero sólo fue condenado por robos en diversos countries y por eso está preso en el penal de Gorina.

“El asesinato perfecto fue hasta ahora el olvido. Han vuelto el mundo un poco peor. A su parecer preconcebido, a María Marta García Belsunce no la mató nadie o, lo que es peor, fue un plan orquestado por su familia, ya absuelta de culpa y cargo… Estaban, y están aquí, en juego cuestiones de institucionalidad”, sostenían en el escrito que alzaron a Casación sobre el fallo absolutorio al que tildaron de arbitrario y preconcebido.

Los jueces de Casación basaron su nuevo fallo en las pruebas que presentaron los fiscales de San Isidro en el juicio. Muchas de ellas estuvieron desde el primer momento en el expediente.

Una de las más importantes, fue la localización de Pachelo minutos antes y después del crimen, en base a los impactos de la señal de su celular en las distintas antenas. Desde el momento en que la investigación determinó que María Marta fue asesinada, Pachelo sostuvo una coartada. Dijo una y otra vez que aquel día salió del Carmel cerca de las 17.30, es decir una hora antes del horario en que se fijó la muerte de García Belsunce.

Un documento exhibido antes los jueces, muestra que Pachelo realizó una llamada ese día a las 19. La celda que tomó esa comunicación es la 394 y está ubicada exactamente en la calle Chacabuco 580, en el partido de Pilar. ¿A quién llamó? A su madre Silvia Ryan. Si bien se desconoce el contenido del diálogo, los fiscales creen que le pidió que vaya a comprar el juguete con la intención de armar su coartada.