La investigación por la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin, ocurrida hace cinco años durante un procedimiento médico, tendrá a partir de este viernes un nuevo capítulo. Un tribunal oral comenzará a juzgar al ex director del sanatorio La Trinidad por encubrimiento; y a una instrumentadora quirúrgica por falso testimonio.
Los acusados en el debate serán Roberto Martingano, quien al momento del fallecimiento de la periodista ejercía el cargo de director de la clínica ubicada en el barrio de Palermo, y de la instrumentadora Miriam Frías, presente en esa intervención médica.
La instrucción del caso estuvo en manos de la jueza María Fabiana Galletti, quien al procesar por encubrimiento al ex director consideró que luego de la muerte de Pérez Volpin él había incurrido en “un accionar tendiente a ocultar prueba a los investigadores de vital importancia para la comprobación del delito y para la determinación de la responsabilidad penal”. Para la magistrada, “es evidente que su conducta no ha sido inocente o ingenua ni que obró en desconocimiento de la situación”
Y es que según la jueza, Martingano “ordenó” que se pusiera a “resguardo únicamente la caña endoscópica” y “tomó inmediato contacto directo con todos aquellos que participaron del estudio y otros profesionales”. También “supo por sus peritos la causa probable del fallecimiento; mandó a preservar sólo una parte del equipo endoscópico y participó activamente de todas las requisitorias policiales y judiciales”.
Miriam Frías, que estuvo asistiendo en el procedimiento donde falleció la periodista y legisladora porteña, fue procesada por el delito de falso testimonio tras repetir varias veces que no recordaba el hecho al momento de declarar en el juicio oral que se le siguió al endoscopista Diego Bialolenkier y a la anestesista Nélida Puente. Al ser la única testigo de ese momento se generaron sospechas sobre sus dichos.