La tradicional escala conceptual será reemplazada por una nueva “escala de progreso” en el primer ciclo, mientras que en el segundo ciclo esa escala se combinará con una calificación numérica.

La nueva escala clasifica los desempeños en cinco niveles de progreso: “no alcanzó los objetivos”, “en proceso”, “alcanzado”, “avanzado” y “destacado”. A partir de cuarto grado, esas categorías se acompañarán de notas numéricas: “no alcanzó” corresponde al 1, 2 y 3; “en proceso” corresponde a un 4 o 5, “alcanzado” a 6 o 7, “avanzado” a 8 o 9, y “destacado” equivale a un 10. Por lo tanto, desaparecen los clásicos “insuficiente”, “regular”, “bueno”, “muy bueno” y “sobresaliente”.

De primero a sexto grado, los estudiantes calificados con un “no alcanzó los objetivos” se consideran desaprobados, mientras que el resto está aprobado: un 4 alcanza para tener aprobada una materia. En séptimo grado, en cambio, la vara permanece más alta y solo se consideran aprobados quienes logren un 6.

Los cambios forman parte del nuevo régimen académico de primaria, un marco normativo aprobado el año pasado por medio de la resolución 2765 del Ministerio de Educación de CABA, a cargo de Mercedes Miguel.

De acuerdo con el nuevo régimen, los estudiantes con materias calificadas como “no alcanzó” deberán participar en instancias obligatorias de “acompañamiento para la promoción”. Si no logran superar esa instancia, pasarán de grado con la modalidad de “promoción acompañada”, que implica que esos alumnos deberán seguir reforzando los contenidos pendientes del grado anterior durante el año siguiente.

Con respecto a la “permanencia” (como se denomina a la repitencia en primaria), las pautas ahora establecen que solo repetirán el año aquellos estudiantes que, después de haber participado de las instancias de “acompañamiento para la promoción”, todavía tengan calificaciones de “no alcanzó” en Lengua y Matemática entre segundo y séptimo grado.