En la audiencia número 12 del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, Emerenciano Sena, líder del clan homónimo e imputado como partícipe primario, negó su implicación en el crimen atribuido a su hijo César Sena. Visiblemente emocionado, declaró que lo ocurrido fue “aberrante” pero aseguró entre lágrimas: “No tuve absolutamente nada que ver. Ojalá hagan justicia”.

Sena repasó su vida y trayectoria, destacando la construcción del barrio que lleva su nombre y las obras sociales que lidera, señalando que su único delito fue “construir casas para la gente humilde”. También mencionó que durante su gestión en la organización social, tanto hombres como mujeres recibieron igual trato y oportunidades, resaltando el trabajo de las mujeres en diversas tareas de construcción y electricidad.

Durante más de 35 minutos, Sena insistió en su versión de los hechos: entregó su celular y camioneta el día del crimen y sostuvo que nunca fue investigado por sus movimientos previos. “Nunca debí haber estado preso. Después del cambio del fiscal parecía el asesino más grande del mundo. De un día para el otro empezaron a pedir cadena perpetua para mí”, afirmó.

Tras su declaración, Sena aceptó responder preguntas, aunque los abogados decidieron no indagarlo. Posteriormente, declararon otros imputados, como Fabiana González, Griselda Reinoso y Gustavo Melgarejo, quienes negaron participación y solicitaron que “el verdadero culpable” pague por sus actos.

También intervino Marcela Acuña, madre de César Sena y también imputada, quien relató su vínculo con la víctima y su hijo, expresando dolor por los hechos ocurridos.

El juicio se desarrolla desde el 28 de octubre en el Centro de Estudios Judiciales de Resistencia, con la participación de peritos de Gendarmería Nacional, agentes de la Policía del Chaco y especialistas en Inteligencia Criminal.