El Gobierno nacional avanza en la elaboración de un proyecto de ley de reforma laboral que será enviado al Congreso en las próximas semanas. La iniciativa, que lleva el nombre de “Ley de Promoción de Inversiones y Empleo”, busca modernizar el régimen de trabajo vigente y fomentar la generación de empleo formal, según confirmaron fuentes oficiales a Infobae.

El texto, impulsado por la diputada oficialista Romina Díez, introduce una serie de modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo con el objetivo de “reducir rigideces y promover la competitividad”. Desde el Ejecutivo aseguran que no se eliminarán derechos fundamentales, como la indemnización por despido, pero admiten que el espíritu del proyecto es “adaptar la normativa laboral a las nuevas formas de empleo”.

Entre los cambios más destacados, la reforma propone flexibilizar las modalidades de contratación, permitiendo al empleador modificar ciertas condiciones del trabajo —como horarios o modalidades de prestación— siempre que no se alteren los aspectos esenciales del contrato.

Otro eje central es la prioridad de los convenios colectivos por empresa frente a los convenios por actividad, lo que otorgaría mayor margen de negociación individual a cada compañía. Además, se habilitaría la posibilidad de establecer “salarios dinámicos”, vinculando una parte de la remuneración al desempeño o la productividad del trabajador.

El paquete también incluye incentivos fiscales y beneficios para la contratación formal, con el objetivo de reducir la informalidad y atraer inversiones en el sector productivo.