La reconocida boxeadora, cinco veces campeona mundial y referente del deporte argentino, falleció el lunes 28 de julio a las 16 horas en el Hospital José María Cullen de la capital provincial, donde estaba internada desde hacía dos semanas tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. Tenía 47 años y una historia de vida marcada por la superación dentro y fuera del ring, una fuerte presencia mediática gracias a su carisma y su forma de inspirar, y un incipiente camino en la política que no llegó a concretar.

Desde las 7 de la mañana del martes, el cuerpo de la Locomotora fue velado en una sala funeraria de Santa Fe en una ceremonia íntima. Desde temprano estuvieron sus hijos, Alexis y Alejandro, acompañados por familiares y seres queridos que se acercaron para despedirla y sostenerse en este momento de profundo dolor.

A las 17, los restos de Oliveras serán trasladados a la Legislatura provincial para que el público en general pueda despedirse de la campeona mundial. Está previsto que este homenaje abierto se extienda hasta las 21. Finalmente, este miércoles a las 10 se realizará la cremación en el Cementerio Municipal.

Vale recordar que Oliveras había sido elegida convencional constituyente en la última elección local, pero no llegó a asumir debido al ACV que la mantuvo internada en sus últimas semanas. En medio de la conmoción, la provincia de Santa Fe decretó 72 horas de duelo oficial en homenaje a una figura que trascendió el deporte y dejó huella en todo el país.

En la sala velatoria del microcentro santafesino se hizo presente Susana Brusa, hija de Amílcar Brusa, el legendario entrenador que fue uno de los grandes mentores de Alejandra. Desde temprano comenzaron a llegar coronas de flores: entre las primeras estuvieron las enviadas por la Municipalidad de Santo Tomé y la familia de Leo Mattioli, a través de su viuda Marina y sus hijos, todos muy cercanos a la Locomotora.

Así, entre abrazos, lágrimas y flores, la familia, amigos y fanáticos despiden a una de las grandes figuras del boxeo argentino, recordada por su garra, su sonrisa y su mensaje de lucha hasta el final.