El ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, junto con los secretarios de Industria, José Ignacio de Mendiguren; de Energía, Flavia Royón; y de Ganadería, Agricultura y Pesca, Juan José Bahillo; inauguró en la localidad bonaerense de San Andrés de Giles la primera planta de producción de aceite de soja verde producido en América elaborado 100% con energía solar, sin generación de residuos y sin usos de solventes, de la PyME Rumará. La inversión, que contó con el financiamiento del Banco de Desarrollo Argentino – BICE y el programa CreAr, permitirá a la empresa generar nuevos empleos y exportar por primera vez.

“Esto es la combinación de un montón de herramientas que resumen lo que podemos hacer los argentinos si somos capaces de alinear el trabajo del Estado con las ganas, el deseo de inversión, la capacidad, el talento, la creatividad del sector privado y sobre todo la vocación emprendedora de los argentinos”, subrayó Massa. Y agregó: “Industrialización y valor agregado para aumentar el valor de las exportaciones y hacer de la Argentina un país independiente y no un país dependiente. Generación de empleo para consolidar ese arraigo. Y además una política de sustentabilidad para nuestro sector agropecuario, no solamente en el cuidado de la irrigación, sino también en la generación de energía”.

“Esto es la síntesis del país desarrollado al que apuntan todas las políticas del equipo económico de Sergio Massa. Es la primera planta industrial de América que producirá aceite de soja a partir de energías renovables. Es un proyecto conducido por mujeres, que agrega valor, que industrializa la ruralidad y le pone un segundo piso al campo y que transforma un producto de 500 dólares la tonelada en uno de 1.600 dólares la tonelada”, destacó Mendiguren. “Este es el camino que encaramos para el país y que no vamos a abandonar”.

En el acto, el secretario anticipó que en mayo la actividad industrial en el país volvió a crecer y alcanzó para los primeros cinco meses del año un incremento interanual de 2,3%. “Todo esto no es casualidad. Rumará es parte de una industria que crece, es una empresa que acudió a nosotros en busca de financiamiento, que hoy está inaugurando una planta que les permitirá salir al mercado internacional y que ya está pensando en seguir ampliándose. Algo que con Sergio tenemos muy claro es que un proyecto de desarrollo también necesita un financiamiento acorde al desarrollo. Nos pone muy contentos ver que hay una Argentina productiva que está claramente de pie”.

Del evento también participaron la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau; el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni; el intendente de San Andrés de Giles, Miguel Angel Gesualdi; el presidente del Banco de Desarrollo Argentino – BICE, Mariano de Miguel, y el diputado provincial Carlos Puglieli; entre otros diputados nacionales, legisladores provinciales, intendentes y autoridades municipales.

Para el desarrollo del proyecto la empresa contó con el respaldo del Estado Nacional a partir de financiamiento del programa Crédito Argentino (CreAr) a través del Banco Argentino de Desarrollo – BICE para la construcción de la planta de producción, la instalación de 412 paneles fotovoltaicos y la adquisición de agroinsumos y equipamiento. Al tratarse de una empresa liderada por mujeres el proyecto fue financiado en un 100% a través de un crédito con siete años de plazo y dos años de gracia.

Esta inversión contempla la creación de empleos en forma directa e indirecta y comenzar a exportar. En este sentido, el presidente de Rumaná, Gustavo Daniel Miroglio, sostuvo: “Es un producto innovador. Ya tuvimos contactos con la embajada de India, con empresarios de Rusia hoy presentes, con algunos países de Sudamérica y también con importadores de Europa y de China interesados en esta nueva forma de industrializar la soja mediante un proceso totalmente sustentable. Sabemos que la inyección de nuestro producto en el mundo significará mayores ingresos de divisas al país por la venta de un producto con alto valor agregado, que triplica el valor de la materia prima y que está en línea con lo que el país necesita”.

La nave industrial, de 1.500 m2 ubicada en el partido de San Andrés de Giles, cuenta con una planta de extruidos y procesamiento de oleaginosas para la obtención de expeller y aceite de soja refinado. Tiene una capacidad de molienda de 250 toneladas de soja por día, lo que equivale a 95.000 toneladas por año, con maquinarias que a partir de este proyecto operarán las 24 horas, los 365 días del año. Actualmente, trabajan sobre 9.000 hectáreas propias y arrendadas, cuentan con 40 empleados y sus ventas se concentran en el mercado interno.

El aceite verde de soja, que fue registrado bajo la marca Oil Green, es el primero en producirse a base de energías renovables y limpias porque dejó de utilizar energías convencionales. Además, es innovador a nivel mundial, ya que la producción no genera residuos y no se utilizan solventes en la elaboración del producto.

En esta primera etapa, la planta produce 13 toneladas de aceite verde a diario, lo que significan unas 370 toneladas mensuales y 4.500 anuales. En una segunda etapa, se incorporarán líneas de producción para triplicar la molienda y aumentar la producción, logrando 77.000 toneladas de expeller y unas 1.400 toneladas de aceite de soja verde.

En este sentido, ya instalaron un parque de energía solar con 412 paneles, generando 227 KW que logran abastecer a la fábrica y de esa manera usar energía renovable y limpia. A futuro, la empresa evalúa la implementación de biodigestores para proveer de gas a toda la empresa y en sus campos, e incluso inyectar energía fotovoltaica sobrante en la red de distribución.

Con más de 30 años en el mercado del cultivo de cereales y oleaginosas, la empresa se dedica a la comercialización de trigo, maíz, soja, arvejas, carinata, colza y la producción de alimentos balanceados para agricultores, y cuenta con una planta para el acopio de granos y la logística para el transporte de los mismos.