La empresa OceanGate afirmó que las vidas de los pasajeros del submarino con destino al Titanic «lamentablemente se han perdido». La causa sería una «implosión catastrófica».
La empresa dueña del mini submarino Titán confirmó la muerte de los cinco tripulantes, horas después del tiempo límite de oxigeno que contenía la embarcación. En un comunicado, OceanGate afirmó que las vidas de los pasajeros del submarino con destino al Titanic “lamentablemente se han perdido”.
La Guardia Costera de Estados Unidos dice que los restos encontrados «son consistentes con una catastrófica pérdida de la presión de la cámara» y confirman una implosión del submarino debido a la presión bajo la que estaba el sumergible en el fondo del océano. Los cinco pasajeros que iban a ver los restos del Titanic “probablemente murieron rápidamente, sin asfixia ni sufrimiento”.
En el comunicado de la empresa, por otro lado, enviaron sus condolencias a las familias de los tripulantes del submarino: «Nuestros corazones están con estas cinco almas y cada miembro de sus familias durante este trágico momento», expresaron. En ese sentido destacaron que las víctimas «eran verdaderos exploradores que compartían un espíritu distintivo de aventura y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo».
Además, valoraron el rápido y comprometido esfuerzo de los grupos rescatistas privados y públicos de tres países distintos que trabajaron en encontrar el submarino desde que se reportó su pérdida el domingo pasado. «Toda la familia de Ocean Gate está profundamente agradecida por los innumerables hombres y mujeres de múltiples organizaciones de la comunidad internacional que agilizaron una amplia variedad de recursos y trabajaron arduamente en esta misión», resaltaron.
Entre los cinco tripulantes se encontraban el CEO de OceanGate Expeditions, otros dos empresarios, y el hijo de uno de ellos, y un experto buceador.
Las comunicaciones con Titán se perdieron el domingo dos horas después de sumergirse hacia los restos del mítico transatlántico Titanic, a casi 4.000 metros de profundidad y a unos 600 km de la isla canadiense de Terranova, en el Atlántico Norte.