El país más poblado del sudeste asiático decidió seguir una táctica diferente para inmunizar a su población contra al covid-19
Las primeras vacunas contra el covid-19 en Indonesia serán administradas con prioridad a las personas entre 18 y 59 años. El gobierno indonesio espera que utilizando esta estrategia, a contracorriente de la mayoría de los países, logrará la inmunidad de grupo.
“Cuando la población más activa y más expuesta a los intercambios esté inmunizada, se creará una barrera que protegerá a los otros grupos”, explicó Amin Soebandrio, director del Instituto Eijman para Biología Molecular en Jakarta.
El personal en primera línea como médicos, paramédicos, policías y militares también serán prioritarios para la campaña de vacunación.
“Teniendo en cuenta el número restringido de dosis disponibles, es menos eficaz vacunar a las personas de edad que circulan poco”, agrega Soebandrio.
De acuerdo con las estimaciones del gobierno, se necesitarían 246 millones de dosis de la vacuna para vacunar al 67% de la población concernida (18 a 59 años). Ése es el límite generalmente aceptado para alcanzar la inmunidad de grupo.
El otro argumento que ha sido evocado es que es muy posible que la vacuna no funcione muy bien entre las personas de edad.
Hay que tener en cuenta la demografía en Indonesia: el 92,2% de la población tiene menos de 59 años mientras que en Francia esa cifra se acerca al 80%. Sin embargo, como en la mayor parte del mundo, las primeras víctimas son las personas de más edad.
Indonesia ha recibido promesas de entrega acumuladas por más de 350 millones de dosis, según el Global Health Innovation Center de la universidad estadounidense Duke. Es insuficiente para proporcionar dos dosis a su población de cerca de 270 millones de habitantes.
El país es el más afectado del sudeste asiático por el virus con cerca de 630.000 casos y más de 19.000 fallecimientos debidos al covid-19.
Sin embargo se considera que la magnitud de la epidemia en el archipiélago es mucho mayor, ya que los índices de test por habitantes son bajos.
Echan al ministro de sanidad
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, anunció este martes una reestructuración de su gabinete con seis nuevos ministros, que incluye el relevo de su ministro de Sanidad, Terawan Agus Putranto, polémico por pedir a la población que rezase para combatir la pandemia de covid-19.
Putranto será reemplazado por Budi Gunadi Sadikin, hasta ahora viceministro de Empresas Públicas y responsable del organismo especial para la recuperación económica tras la pandemia, que ha golpeado a Indonesia más que a ningún otro país del Sudeste Asiático.
Agus Putranto reiteró al inicio de la pandemia la importancia del rezo y reivindicó el derecho de su país a “confiar en el Todopoderoso”. “¿Por qué deberíamos avergonzarnos de confiar en el Todopoderoso? No deberíamos avergonzarnos por rezar”, declaró el pasado febrero.
Además de estas polémicas declaraciones, Putranto ha sido cuestionado por su gestión de la crisis sanitaria, que en Indonesia ha causado 20.257 muertos tras 678.125 casos confirmados, las cifras más altas del Sudeste Asiático.
Widodo también nombró a Sandiaga Uno, rival electoral por la vicepresidencia en las últimas elecciones, como ministro de Turismo y Economía Creativa y relevó al titular de Asuntos Sociales, Juliari P. Batubara, detenido por supuesto cohecho.
El presidente también sustituyó al ministro de Asuntos Marítimos y Pesca, Edhy Prabowo, arrestado en noviembre por recibir sobornos, y nombró nuevos titulares para las carteras de Comercio y de Asuntos Religiosos.