El coreógrafo y productor teatral atraviesa una grave crisis económica como consecuencia de no poder hacer espectáculos desde hace 7 meses


Los actores y empresarios teatrales vieron su actividad muy perjudicada desde que comenzó la cuarentena, en marzo pasado. En estos 7 meses, se frenaron las grabaciones de las series y las películas. Además, se cerraron los teatros y cines. Poco a poco se está reactivando la actividad, a través de las transmisiones por streaming, y además, se anunció que habrá temporada teatral en la Costa Atlántica y en Córdoba.

Flavio Mendoza fue uno de los famosos perjudicados en esta pandemia. El coreógrafo aseguró que su empresa está fundida. Para aguantar tantos meses sin trabajar, debió vender un departamento y de esta manera pudo solventar algunos gastos y pagar los sueldos de sus empleados. Pero también pidió dinero prestado y como consecuencia tiene enormes deudas y una gran incertidumbre con respecto al futuro.

“Esto me tiene las pelotas llenas. Tengo tanto que quiero escupir, que no lo hago porque tengo que controlarme y me va a perjudicar a mí. Digo: ‘Basta, ¿hasta cuándo voy a aguantar?’ En el teatro (Broadway), tengo solamente de luz 245.000 pesos mensuales. Funcione o no funcione. Hace más de 7 meses vengo pagando eso aparte de millones de cosas más, sin que me hayan dado un centavo o me hayan dicho: ‘No te preocupes, por lo menos no vas a tener que pagar los impuestos’…”, dijo el empresario teatral.

Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de irse a trabajar al exterior, el artista respondió: “Lamentablemente pensé en irme del país. No es que me quiero ir porque no me gusta mi país, pero llega un momento que te agota. Pensé: ‘Vendo todo lo que tengo, y me voy’. No es que voy a trabajar afuera de lo que hago porque va a tardar un montón pero, de última, me pondré un parripollo, no sé”.

Una de las cuestiones que más le preocupa es el futuro de su hijo, Dionisio, quien cumplió dos años el pasado 11 de abril. “Siento que la gente está muy quedada, muy callada. Hay un miedo a algo. El miedo no lleva a nada. Pero mi miedo es mi hijo, ¿qué país le estoy dejando? ¿Qué es lo que quiero para él? ¿El futuro que le queremos dejar a nuestros hijos cuál es?”, se preguntó Mendoza.

El empresario realizó modificaciones en el Teatro Broadway, que incluyó una nueva ubicación de las butacas respetando la distancia social, para tener todo listo en el momento que habiliten la apertura de los teatros. Aseguró: “Yo tengo un protocolo que es mucho más seguro que ir al supermercado. Hay programas de televisión donde se contagian todos los días personas y siguen trabajando. Entonces, ¿qué pasa? Nosotros hemos puesto ventilación extra en el teatro porque es cerrado”, indicó sobre las reformas que realizó en la sala.

Además, ya está trabajando en las alternativas para poder realizar espectáculos durante la temporada. “Mi plan A es que tengo el mejor teatro de Latinoamérica y si no me lo aprueban será autoteatro -modalidad que también implementó Nito Artaza-. Además, tengo un circo que es gigante, que debería hacerlos sin los ruedos porque corre el aire”, agregó sobre los protocolos que debería presentar para poder hacer sus proyectos. “El circo debería tener menos capacidad de público”, indicó Mendoza.