Estados Unidos, Brasil e India tienen de lejos las cifras más altas por país, aunque en las últimas semanas se ha registrado un fuerte repunte en Europa, donde han fallecido más de 240.000 personas por el virus por ahora. Solo la semana pasada, en el Viejo Continente murieron más de 8.000 infectados
El número de casos confirmados de coronavirus en todo el planeta superó el lunes los 40 millones, aunque los expertos señalaban que eso era apenas la punta del iceberg del impacto real de una pandemia que ha trastocado la vida personal y laboral en todo el mundo.
El hito se alcanzó el lunes por la mañana, según la Universidad Johns Hopkins, que recopila datos oficiales de todo el mundo.
Es probable que la cifra real sea mucho mayor, ya que los controles diagnósticos se han hecho de forma irregular, muchas personas infectadas no han tenido síntomas y algunos gobiernos han ocultado el número real de casos. Hasta la fecha se han reportado más de 1,1 millones de muertes confirmadas por el virus, aunque los expertos creen que esa cifra también está por debajo de la real.
Estados Unidos, Brasil e India tienen de lejos las cifras más altas del mundo, aunque en las últimas semanas se ha registrado un repunte en Europa, donde han fallecido más de 240.000 personas por el virus por ahora. Solo la semana pasada, en el continente murieron más de 8.000 personas por covid-19.
La Organización Mundial de la Salud dijo la semana pasada que Europa había registrado un récord semanal de casi 700.000 casos y señaló que en torno a un tercio de los casos de todo el mundo se habían reportado en la región. Gran Bretaña, Francia, Rusia y España suponen en torno a la mitad de los casos nuevos de la región.
La OMS describió como “absolutamente esenciales” las medidas tomadas en toda Europa, como los nuevos requisitos sobre mascarillas en Italia y Suiza, el cierre de restaurantes y bares en Irlanda del Norte y Bélgica, el toque de queda nocturno en Francia y cuarentenas localizadas en zonas de Gran Bretaña, para evitar que los hospitales se vieran sobrepasados. En Varsovia, el gran estadio nacional de fútbol se va a transformar en un hospital para enfermos de covid-19.
La agencia advirtió que varias ciudades europeas podrían ver pronto colapsadas sus unidades de cuidados intensivos y señalaron que gobiernos y ciudadanos deberían tomar todas las medidas necesarias para frenar los contagios, como reforzar los programas de pruebas diagnósticas y el rastreo de contactos, el empleo de mascarillas y seguir las medidas de distanciamiento social.
Venezuela reabre sus playas
En América Latina, la región del mundo más afectada por el coronavirus, con unas 380.000 muertes, Bolivia pudo celebrar elecciones presidenciales con relativa normalidad el domingo, igual que en México, donde hubo comicios en los estados de Hidalgo (centro) y Coahuila (noreste).
Por su parte Venezuela anunció que reabrirá sus playas y balnearios y sus hoteles, cerrados al público desde marzo.
En Australia, las autoridades empezaron a poner fin a un largo confinamiento y permitieron a los cinco millones de habitantes de Melbourne salir de sus casas durante más de dos horas al día por primera vez desde julio.
En Israel, los ciudadanos ya pueden alejarse más de un kilómetro de sus casas y pudieron abrir jardines de infancia, playas y parques nacionales. Este lunes, se supo que Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y una de las caras más conocidas en el extranjero por haber participado en múltiples negociaciones de paz, está en estado “crítico” tras haber contraído el coronavirus.
En Arabia Saudita las restricciones también se flexibilizaron y los fieles pudieron volver al lugar más sagrado del islam, la Gran Mezquita de La Meca, por primera vez en siete meses.
Advertencia sobre la inmunidad de rebaño
La OMS había estimado antes que en torno a una décima parte de la población -unos 780 millones de personas- se han infectado del virus, más de 20 veces la cifra oficial. Eso implica que la gran mayoría de la población mundial sigue siendo susceptible al virus.
Algunos investigadores han sugerido que permitir que el COVID-19 se extienda en poblaciones que no son obviamente vulnerables ayudará a conseguir inmunidad de rebaño y es una forma más realista de frenar la pandemia que las cuarentenas restrictivas, que han sido devastadoras para la economía.
Pero el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido en contra de la creencia de que la inmunidad de rebaño pueda ser una estrategia viable, afirmando que esa clase de protección debe alcanzarse por vacunación, no exponiendo de forma deliberada a la gente a una enfermedad que puede ser letal.
“Permitir que un virus peligroso que no comprendemos por completo circule libre simplemente no es ético”, dijo Tedros la semana pasada.
La agencia sanitaria de Naciones Unidas dijo confiar en que haya datos suficientes para determinar a finales de año si alguna de las vacunas que se están ensayando es efectiva. Pero advirtió que es improbable que la primera generación de vacunas ofrezca protección completa, y que controlar la pandemia podría llevar hasta dos años.