Una primera habilitación será para los propietarios no residentes y luego una apertura más general de la temporada
Con la mirada puesta en lo que sucederá durante temporada de verano en medio de la pandemia de coronavirus y tras las restricciones de ingreso a los turistas que rigen en varios municipios de la Costa Atlántica, el gobierno bonaerense aseguró que está evaluando hacer una prueba piloto en los dos próximos fines de semana largos.
“Estamos evaluando una primera habilitación de los destinos turísticos para los propietarios no residentes y después una apertura general de la temporada”, aseguró el Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Blanco.
Como el lunes 23 de noviembre se conmemora el Día de la Soberanía Nacional y el lunes 7 de diciembre es feriado puente porque el martes 8 de diciembre es el Día de la Inmaculada Concepción de María, hay muchas expectativa entre los comerciantes y el sector turístico.
“Estamos trabajando para dar definiciones lo antes posible y dar certezas de cara a la temporada”, sostuvo Blanco en conferencia de prensa al confirmar que esta semana habrá una reunión clave para delinear aspectos generales.
Si bien el Jefe de Gabinete admitió que muchos de los municipios están tomando decisiones unilaterales con respecto del ingreso de los no residentes a sus ciudades, cuyas determinaciones perjudican principalmente a los propietarios, dijo que pronto habrá novedades al respecto.
“Esta semana vamos a tomar definiciones claras porque hay que dar certezas. Vamos a definir cuándo y en qué condiciones van a poder ingresar los propietarios no residentes a sus domicilios en su lugares de vacaciones”, sostuvo el funcionario provincial.
Blanco contó que la semana pasada tuvo una videoconferencia con el Ministro de Turismo, Matías Lammens, varios ministros del gabinete e intendente de las principales ciudades que tiene de mar y sierra “para repasar esos temas”.
“No es una situación fácil porque conocemos que hay movilización masiva y es un peligro en un contexto de pandemia”, alertó Blanco. Sin embargo, destacó que están pensando en los protocolos que deberán implementarse en hoteles, campings y el transporte jurisdiccional. “Estamos trabajando para tener la mejor temporada posible”, admitió.
Blanco aclaró que será una temporada atípica y puso como ejemplo lo sucedido en España y Portugal, donde el movimiento turístico fue de apenas el 30% en comparación a una temporada normal. Y también hizo hincapié en que no se van a permitir actividades masivas en espacios cerrados, como boliches, cines o teatros. “Va a ser difícil habilitar eso en este contexto de contagio alto como sucede hoy en los distritos vacacionales, pero seguramente se van a permitir actividades al aire libre”, remarcó
“Ya tenemos un documento bastante largo con los lineamientos, los cuales fueron analizados por el Ministerio de Salud, la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Producción. También estamos trabajando con el Ministerio de Seguridad con respecto al Operativo Sol. Lo hablé con el ministro Berni, donde establecimos que va a ser un operativo de escala normal aunque sabemos la afluencia turística será menor”, aseveró.
A Mar del Plata, en la última temporada, ingresaron 3,5 millones de personas. En el municipio de Pinamar, que abarca a Valeria del Mar, Cariló y Ostende, un número similar. Cerca de 3 millones. En Miramar, donde viven 35 mil personas, en tres meses pasaron 300 mil. Un mundo de gente que se desplaza de un lado a otro. Una acción que hoy es difícil de imaginar pero que está dibujada en los borradores de la política.
La temporada se diseña en paralelo a la crisis sanitaria, pero los datos epidemiológicos serán los que finalmente determinen si se hace realidad o no.