El gerente de programación de El Trece dijo que la productora «está cerrada», y que la crisis en la industria y la delicada situación por la pandemia lo «sacaron de juego»
Fundó Polka en 1994 y, durante años, Adrián Suar ha sido uno de los líderes de la ficción argentina. Creador de grandes proyectos, supo mirar a todos desde arriba. Sin embargo, con la llegada del COVID-19, la empresa empezó a tambalear. En realidad fue la gota que rebalsó el vaso. Porque según sus palabras, el quiebre empezó a darse cinco años atrás, cuando el encendido televisivo empezó a menguar y el rating a escasear para todos.
“Es una crisis que venimos arrastrando, es muy difícil hacer ficción en la Argentina en general por los costos tan altos. Los actores no son caros, salvo algunos, lo caro es todo lo de atrás. Yo lo vengo arrastrando esto desde hace cinco o seis años por la cantidad de gente que tiene Polka, que son 280 personas”, comenzó en Intrusos.
En pleno relato, resaltó que más allá de estar al tanto del difícil momento para la industria, el amor por su trabajo hizo que siguiera para adelante: “La ecuación es inviable por las horas que tienen las producciones en el aire. Yo sabía perfectamente el problema que tenía Polka. Pero el sentido de pertenencia es muy fuerte. En 26 años Polka hizo 77 ficciones. Yo sabía lo que se venía”.
El productor dijo que es “el momento más difícil” de su carrera y aseguró: “Es la primera vez que me pasa en 26 años. Me sacaron de juego”. Y dijo que Polka “hoy está cerrada” y que “lo único” que no quiere es quebrar. “No quiero que la realidad me gane”, aseveró.
Asimismo, hizo referencia a una de las últimas ficciones de renombre, como Argentina, tierra de amor y venganza. Una producción sin precedentes para los tiempos que corren. “Me la gasté toda en ATAV. La reventé toda. Me di un lujo personal nada más, eso saqué de ganancia, una pequeña rentabilidad. Siempre digo que soy el Ricardo Bochini de los productores. Acá me fue muy bien, no vendí mucho afuera, en general Argentina no vende mucho afuera”.
¿Qué sucederá con la ficción? “Al no tener las 300 horas de la tira anuales, que era mi caballito de batalla, de enero a diciembre, se complica, porque eso no vuelve más. Hablo de la tele, no de El Trece solamente. Se dice que la ficción es solamente ganancia, y no es así. No es tan fácil hacer ficción, no ganás siempre. Cuando producís, ganas, perdés, empatás, ganás, ganás, perdés, perdés. Lo mío es vocación y amor. Por eso hice más ficciones de las que tendría que haber hecho. Es más, cuando hice algo por guita, me fue mal”.
Por otra parte, habló del conflicto económico que mantiene con su ex, Araceli González. “De todo lo que yo ya le entregué me queda un cinco por ciento de las acciones. Queda ese cinco que como me dijo en aquel momento la jueza, que le tenía que dar y, obviamente, es de ella. De todos modos ella no es accionista, sino que de un resto… O sea, una parte es mía y del otro diez, cinco son de ella y cinco para mí. El día que yo venda se lo tengo que dar. Si yo no vendo se lo tengo que entregar para que ella disponga y haga lo que quiera. Esa es la verdad que me dijo la jueza”, dijo, y aseguró que hoy en día no tiene relación con la madre de su hijo mayor.
Marcelo Tinelli también fue parte de la charla. Jorge Rial le preguntó si va a volver este año, teniendo en cuenta que su contrato se vence en diciembre. “Sí, va a volver. Este año o el año que viene, al Flaco lo quiero mucho. No lo hablé con él, pero se va a quedar uno o dos años más. Lo sé, no hablamos del tema, no se habló de contrato, pero al Flaco lo conozco. Lo quiero mucho. No me gusta que hable tanto de política, y se lo digo. Él sabe mi opinión, pero bueno, es grande y más allá de un consejo no le puedo dar. La gente habla de él, pero cuando salga al aire se pasa, creo que esto es porque no está en pantalla. Una vez que esté al aire con su programa revierte todo”.
Por último, hizo referencia a la posibilidad de dar vuelta la página entre todos, con la televisión como un conjunto. “Esto lo sacamos entre todos, una mesa de trabajo, o va hacer muy difícil. Se necesita una reforma, hay que rever los gastos extra. El sindicato me pregunta por qué no hago otra cosa que no sea ficción para salvar a la empresa. No es mi oficio, hago lo que amo. No está en mi naturaleza, no me invita a pensar en otra cosa. Seguramente, si le sumaba entretenimiento me quedaba con todo, pero lo mío es la ficción, lo que amo”.