A través del estudio de seroprevalencia, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires busca saber sobre la inmunidad de la población contra el COVID-19, las dimensiones de la propagación viral y la evolución de la infección
En las últimas semanas, en la Ciudad de Buenos Aires comenzaron los estudios de seroprevalencia, que tienen como objetivo identificar a las personas que tienen anticuerpos contra el coronavirus y superaron la enfermedad sin realizar una consulta médica debido a que fueron asintomáticas u oligosintomáticas (presentaron síntomas muy leves) a lo largo de la infección.
El primer lugar elegido para este análisis epidemiológico fue la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro. Y ahora, en el marco de la emergencia sanitaria, el gobierno porteño decidió realizar el estudio de seroprevalencia en todo el territorio de Capital Federal. Para ello testearán en los siguientes días a 2 mil vecinos.
El fin de la iniciativa es conocer la manifestación general de una enfermedad dentro de una población determinada. Los resultados servirán para “comprender la inmunidad de la población contra el coronavirus, las dimensiones de la propagación viral y la evolución de la infección”, información a partir de la cual se podrán “establecer políticas públicas en base a evidencia científica”, indicaron las autoridades sanitarias.
El procedimiento está a cargo del Ministerio de Salud y la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno porteño. Según se explicó, a lo largo del proceso se tomará una muestra estadística de 2.000 residentes de la ciudad, todos mayores de 18 años, que serán evaluados en aproximadamente 10 días. Luego, el mismo relevamiento será repetido en agosto y septiembre, para poder hacer un análisis de la evolución en el tiempo.
“La Ciudad tiene una composición demográfica heterogénea en las distintas comunas y lograr la representatividad de las personas evaluadas será clave para el éxito del estudio”, consideraron desde gobernación.
El equipo encargado de llevar adelante los testeos está conformado por 33 enfermeros que fueron especialmente capacitados para la tarea. Durante el desarrollo del estudio se utilizará la misma modalidad que la “Encuesta Anual de Hogares” y se analizará a aquellos que acepten participar de manera voluntaria, uno por domicilio visitado, siempre y cuando certifiquen que viven en la ciudad.
A cada uno le medirán los anticuerpos en sangre a través del test IgG. El IgG es un anticuerpo presente en la sangre que aparece en momentos avanzados de una infección. Por lo general tienden a ser duraderos en el tiempo, por eso es posible detectarlos aún cuando una persona ya superó la enfermedad. Las muestras finalmente serán procesadas en el laboratorio de virología del Hospital Gutiérrez.
El primer lugar donde se llevó a cabo un estudio de seroprevalencia fue la Villa 31, una de las más afectadas por el coronavirus. Así, tres meses después de que se registrara el primer contagio, se conoció que el 53% de las vecinos presentaron anticuerpos contra el virus, lo cual evidenció que de cada un caso confirmado nueve personas más tuvieron coronavirus.
Asimismo, se evidenció un efecto de cluster dentro de las viviendas, lo que demuestra que convivir con un caso confirmado de COVID-19 duplica las probabilidades de haber desarrollado inmunidad al virus y, por ende, ser IgG positivo. De acuerdo al estudio el riesgo de infección más grande fue encontrado en el área del Bajo Autopista.
Hay indicios de que los casos reportados en Argentina y en otros países del mundo podrían representar solo una proporción de la cantidad de personas que transitaron la enfermedad siendo asintomáticas en una sociedad. La experiencia internacional demuestra que por cada caso confirmado con un test PCR, hay entre 8 y 10 personas más que tuvieron el virus. “En ese marco, la mejor manera de estimar una verdadera prevalencia poblacional es la de tomar muestras representativas y hacer testeos periódicos”, sostienen las autoridades sanitarias.
Existen otras investigaciones con resultados heterogéneos dentro de la comunidad estudiada. En España, por ejemplo, el rango de anticuerpos presentes en la ciudadanía varió de 1.1% a 14.2%, lo que evidenció que una porción de la población había tenido contacto con el virus sin síntomas. Los estudios realizados en Suiza y Estados Unidos arrojaron resultados similares. Sin embargo, estas estimaciones no son transferibles a Capital Federal.