El Ministerio de Salud reportó otros 165 fallecimientos y el total ascendió a 5.068. Los infectados desde el comienzo de la pandemia son 263.360
Chile superó este viernes los 260.000 contagios por COVID-19 y los 5.000 fallecidos, según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno de Sebastián Piñera, que ve cómo la pandemia sigue sin estar contenida y el país es ya el séptimo más afectado a nivel mundial.
Según informó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, el jueves se registraron 4.296 casos nuevos, incluidos 413 asintomáticos, lo que sitúa el total en 263.360 contagios, de los que 34.861 siguen activos. Por otra parte, hubo 165 decesos, por lo que son ya 5.068 las víctimas mortales que deja la pandemia.
Actualmente hay 2.086 personas ingresadas en la UCI, de las que 1.772 están con ventilación mecánica y 437 se encuentran en estado crítico. Según el Ministerio de Salud, hay 305 respiradores disponibles en todo el país para pacientes con COVID-19 y este mismo viernes han llegado otros 82 aparatos.
La zona metropolitana de Santiago, el principal foco de la pandemia y donde la red hospitalaria está saturada, cumple este viernes seis semanas en cuarentena, aunque algunos barrios del centro de la ciudad completarán 90 días consecutivos encerrados, uno de los confinamientos más largos del mundo.
El Gobierno de Chile optó al inicio de la pandemia por una polémica estratégica de cuarentenas “selectivas y dinámicas” y por aislar solo a los barrios con más contactos, pero a mediados de mayo se vio obligado a decretar el confinamiento total de la capital ante el explosivo aumento de casos.
Santiago es la cuarta ciudad del mundo con mayor número de contagios tras Nueva York, Moscú y San Pablo, de acuerdo a la Universidad John Hopkins, de Estados Unidos.
“Se ha identificado una reducción en la movilidad y no podemos dejar de agradecer nuevamente a las personas y también al personal de salud”, afirmó el gobierno.
Chile, que con más de millón de pruebas PCR es el país que más exámenes realiza por millón de habitante en Latinoamérica, se encuentra desde mediados de marzo bajo estado de excepción por catástrofe y toque de queda nocturno, con las fronteras cerradas, al igual que las escuelas y los negocios que no son de primera necesidad.