Más de una docena de ciudades de condado de Miami-Dade anunciaron reglas más estrictas como consecuencia del rápido incremento en los contagios. No obstante, descartaron volver a cerrar la economía por el momento
Florida se mueve a pasos agigantados hacia la indeseable condición de ser el epicentro del coronavirus en Estados Unidos. Este lunes, el estado superó los 100.217 casos, y el condado de Miami-Dade concentra un cuarto de todos esos contagios. Los decesos a nivel estatal, en tanto, ascienden a 3.173.
Durante la última semana, además, aumentaron prácticamente todas las variables asociadas a la pandemia: los contagiados, proporcional de contagios en relación a las pruebas que se están realizando y las hospitalizaciones, algo que no había ocurrido la semana pasada cuando comenzaron a acelerarse los casos positivos en el sur de la Florida.
Ante esta situación, quince municipalidades del condado se reunieron para determinar los próximos pasos a seguir, teniendo en cuenta que en las últimas 24 horas hubo 449 nuevos contagios en el condado. Y una de ellas es el uso obligatorio de mascarillas en todos los espacios públicos.
“Nadie quiere volver hacia atrás. Pero tenemos que cuidarnos para que estos números no sean aún peor. Por eso a partir de hoy vamos a pedir el uso obligatorio de máscaras dentro de los edificios y en las calles”, anunció al respecto el alcalde de Miami, Francis Suarez. Hasta ahora, solo se requería su uso bajo techo o en los parques siempre y cuando no se estuviera haciendo ejercicio.
No obstante, quedan exceptuados de la medida los niños menores de dos años y aquellas personas con problemas respiratorios. Quienes esté realizando ejercicio físico tampoco tienen que cubrir sus bocas y narices.
“No estamos en una situación terrible, pero estamos en una situación preocupante. Quienes no cumplan las reglas tendrán consecuencias. No queremos multar a nadie, no queremos cerrar negocios. Pero tenemos que ser serios en el cuidado”, agregó el alcalde de Hialeah, Carlos Hernandez.
Dentro de la situación de incremento en el número de casos, los líderes de Miami aseguraron que, pese al aumento en las hospitalizaciones, la saturación del sistema sanitario no es una preocupación por el momento.
Si se llegara a doblar el número de personas que terminan conectadas a un respirador, o de pacientes en terapia intensiva, el sistema medico de Miami estaría listo para recibirlos sin colapsar. Otro dato positivo en términos sanitarios es que el índice de mortalidad se ha mantenido mucho más bajo que en otras zonas previamente afectadas por el COVID 19, como Nueva York.
Si bien la idea es no volver atrás con el cierre de la economía, en Miami se cerraron de manera temporal cinco restaurantes durante el fin de semana debido a que no cumplían con la norma de trabajar al 50 por ciento de su capacidad.
Las autoridades reiteraron también que seguiran posponiendo el paso a la siguiente fase de reapertura, lo que implica que los bares, discotecas y teatros seguirán cerrados por el momento.
“Antes de venir a esta rueda de prensa, fui a un funeral de alguien que falleció a consecuencia del COVID. Esto es real, aunque no crean que les puede pasar, está pasando”, decía el alcalde de Miami Gardens, Oliver Gilbert.
Al igual que con los datos que se conocieron la semana pasada, la mayor parte de los nuevos contagiados pertenecen al grupo comprendido entre quienes tienen 18 y 35 años. La mayor parte de ellos son asintomáticos, o experimentan síntomas leves. Pero los alcaldes remarcaron que ese no siempre es el caso.
“En el hospital de mi ciudad hemos llegado a hospitalizar gente muy joven con problemas severos debidos a este virus. Además, muchos de esos jóvenes viven con sus padres o abuelos. El riesgo es grande”, afirmó el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber.
La orden de usar máscaras en todo momento mientras se esté en la calle o en edificios públicos entrará en vigor en la noche del lunes. Quienes no la cumplan se exponen a recibir multas. Las autoridades están claras que hacer cumplir estas nuevas reglas no será sencillo, y que no hay suficientes policías para patrullar todas las ciudades.
“Sin dudas, implementarlo será un desafío. Pero en la misma manera que lo logramos con la orden de quedarse en casa. Nos aseguramos de transmitirle a los residentes que esta es la mejor manera de protegerse”, concluyó Suárez.