Aunque los geriátricos están bajo la órbita de Fiscalización Sanitaria de la Provincia, el Municipio distribuye vacunas antrigripales, colabora con logística, comparte protocolos y ofrece charlas de bioseguridad en unos 30 establecimientos.
El Municipio de San Isidro se encuentra en contacto permanente con los geriátricos del distrito, ya que pueden convertirse en un foco de contagio del nuevo coronavirus, con el agravante de que su población es la de mayor riesgo ante esta pandemia.
Aunque la autoridad de aplicación de todos los geriátricos del Partido de San Isidro es el área de Fiscalización Sanitaria del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, el Municipio colabora con necesidades logísticas, comparte protocolos y ofrece charlas sobre bioseguridad.
El Municipio generó un grupo con 30 directores de geriátricos que funcionan en San Isidro. Allí, les comparte los protocolos que la Provincia ha delineado para este tipo de establecimientos.
También ayuda a resolver necesidades logísticas como, por ejemplo, la vacunación de unos 400 adultos mayores de geriátricos.
Además, especialistas del sistema de Salud Público del municipio les brindan videoconferencias a través de la app zoom una vez a la semana para evacuar cualquier tipo de dudas. “Son muy importantes las charlas de bioseguridad que deben cumplir los empleados, ya que ellos son los vectores que podrían ingresar la afección a estos lugares”, sostuvo Juan Viaggio, secretario de Salud.
“Desde el momento en que se decretó la cuarentena, desde el Municipio se pusieron en contacto con nosotros y nos facilitaron el tema de la vacunación en el caso de los adultos mayores que no estaban vacunados. Desde la secretaría de Salud nos dan charlas y nos explicaron cuál es el protocolo si algún adulto mayor tiene fiebre”, contó Ana María Galli, dueña de Residencia 3 de Febrero, uno de los geriátricos instalados en el distrito.