El municipio se perfila como un caso de referencia en la atención de animales domiciliarios y callejeros. Actualmente, Tres de Febrero cuenta con un sistema integral de cuidado, adopción y promoción responsable de mascotas y un Hospital Móvil Veterinario que es modelo en la zona.


El compromiso con la salud de las mascotas es una prioridad, que se concreta con esfuerzo municipal y a través de un convenio con la asociación proteccionista más antigua y reconocida del partido: el Refugio Palomar (Los Perritos del Palomar Refugio – Centro de Protección Animal). El área de Antropozoonosis continúa con la esterilización quirúrgica, vacunación antirrábica y traslado de perros abandonados para su reeducación, esparcimiento y su relocalización en nuevos hogares responsables. Anualmente, se tratan más de 18 mil mascotas y se atienden a vecinas y vecinos víctimas de mordeduras. Diariamente se trabaja de manera conjunta con grupos de asociaciones proteccionistas y personas independientes comprometidos con la salud de los animales, a través de las redes sociales, comunidades mascoteras, instituciones, actividades en el espacio público y programas de concientización.

Además de la atención veterinaria y el traslado, la Municipalidad provee aporte económico y alimentación al Refugio. A fines de 2016, el intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela tuvo un rol decisivo en la continuidad y el apoyo para con el Refugio Palomar. Ante la posibilidad de cierre del predio, el jefe comunal medió ante la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) en favor de que los perritos alojados continúen teniendo su espacio y su cuidado. Durante 2017, la Municipalidad colaboró para que puedan seguir en el predio que ocupan en Palomar y en julio de 2018 renovó el convenio para seguir trabajando juntos.

El Refugio Palomar es un espacio dedicado a la contención de perros abandonados y brinda espacio, alimentación y cuidados médicos. Además de su resocialización y búsqueda de familias adoptantes, el personal realiza jornadas de paseo y esparcimiento, evaluación y seguimiento de cada caso. Actualmente posee 96 caniles, buena parte de ellos construidos con fondos municipales, y se incluyeron modificaciones para asegurar la comodidad de los animales. Los caniles tienen 5X5 y cuentan con refugios, cuchas, canillas individuales para facilitar la limpieza y provisión de agua y espacio para el juego y el descanso.

El área de Antropozoonosis posee espacios sanitarios reglamentados para la observación antirrábica de perros sospechosos de rabia y su estadía no debe extenderse más de diez días (ley Provincial de Profilaxis Rábica 8056). Una mordedura por rabia puede derivar en una enfermedad mortal para el ser humano. La disposición actual de las instalaciones maximiza la cercanía de profesionales veterinarios en el eventual caso de requerir maniobras médicas o tratamiento. Al dar el alta antirrábica y ante el caso de que la mascota sea abandonada por la persona propietaria, se esteriliza quirúrgicamente y se traslada al refugio.

El trabajo creció mucho en la última gestión: durante el año 2014 se esterilizaron solamente 493 animales en los quirófanos del servicio y el área no contaba con atención descentralizada. A partir de diciembre de 2015 hasta la fecha, se esterilizaron 5938 mascotas y se vacunaron 49008. En agosto de 2017 se puso en marcha un ambicioso programa de atención descentralizada de mascotas: el Hospital Móvil Veterinario. El vehículo recorre los barrios de Tres de Febrero para realizar esterilización quirúrgica, vacunación antirrábica y desparasitación de perros y gatos. De esta manera, se han incrementado considerablemente los valores de atención descentralizada, logrando así que vecinos y vecinas puedan tener este tipo de servicios cerca de casa y todo el año. El Hospital Móvil ya visitó más de 4 veces cada una de las 15 localidades del partido.

Desde diciembre de 2015, se hacen los estudios correspondientes para que las condiciones sanitarias de Antropozoonosis no registren ningún tipo de enfermedades infecciosas por estabulación o hacinamiento, y además se lleva adelante un estricto plan de sanidad. Se ampliaron los caniles duplicando su tamaño para que el hospedaje de observación sea seguro para los animales y se trabaja con profesionales especialistas en conducta animal, con gran hincapié en el trato en base al respeto y al cuidado de las mascotas. Aquellos perros que no posean familia son derivados al Refugio Palomar para recibir el tratamiento y la atención en un espacio adecuado y con personal dedicado exclusivamente a su reeducación, esparcimiento y relocalización en hogares. Luego de ello, la Municipalidad y el Refugio, trabajan juntos para lograr conseguirles un hogar, a través las campañas sobre tenencia responsable y adopción de perros abandonados.