Es una de las tantas ofertas deportivas y recreativas en el predio Puerto Libre, donde miles de abuelos prolongan su juventud a orillas del Río de la Plata, en Martínez.


Los abuelos modernos ya no son los de antes. Y Puerto Libre es un claro ejemplo de este fenómeno. Este verano Aquagym es una de las actividades más elegidas en este predio del Municipio de San Isidro, donde miles de abuelos prolongan su juventud a orillas del Río de la Plata, en Martínez, en un paisaje maravilloso.

La clase de aquagym está por comenzar. El sol arde y el estribillo de “(…)Hay que pedirle más más más a la vida, que sea hasta que se apague el sol y la luna (…)” enciende a los abuelos que ya coparon la pileta. Todos bailan y ejercitan al ritmo de la canción de Ricky Martin.

“La idea es divertirse mientras hacemos gimnasia, mejorando la calidad física de las personas. Con música de fondo hacemos ejercicios de brazos, piernas, trabajamos todas las articulaciones, la parte aeróbica y la fuerza. La clase dura 45 minutos y los abuelos se enganchan mucho con esta propuesta”, cuenta la profesora de aquagym, Karina Carluccio.

Teresa Lamas, 69 años, asegura que la gimnasia acuática le hace bien a la mente y al cuerpo. “Bailar y hacer ejercicio en el agua es lo más lindo”.

“Desde que pongo un pie en Puerto Libre la vida me sonríe, Aquagym me deja renovada”, acota Norma Espeche, de 72.

Al final de la clase, Antonio, Nesi, de 71, reflexiona: “Tenemos una edad en la que empezamos a endurecernos y con este tipo de actividad aflojamos el cuerpo y relajamos. ¡Puerto Libre es impagable!”.