Los isleños se reunieron con las autoridades municipales para solicitar el respaldo del Estado a sus reclamos para recibir un suministro seguro y de mejor calidad.
Históricamente, la población isleña de San Fernando, además de la lejanía al continente, sufre carencias tales como un servicio eléctrico de baja calidad y frecuentemente interrumpible. Por eso, se reunieron con las autoridades municipales en busca de apoyo a sus reclamos ante la empresa distribuidora Edenor.
El Director de Política Ambiental del Municipio, Gabriel Tato, quien estuvo presente en la reunión, señaló: “Estamos recibiendo a representantes de la Primera, Segunda y Tercera Sección del Delta para tratar este problema que data de mucho tiempo, al que realmente no se ha aportado ninguna solución hasta hoy. Los vecinos hacen un reclamo lícito, porque el sistema eléctrico es vital para el sostenimiento de la estructura social del Delta sanfernandino. Cuando se interrumpe el suministro eléctrico, la sociedad corre riesgos, como los sistemas de salud, seguridad y comunicaciones”.
Y agregó: “El Municipio está presente como lo ha venido haciendo los últimos años. A pedido del Intendente Luis Andreotti estuvo presente el Presidente del Concejo Deliberante, Santiago Aparicio; el Secretario de Gobierno, Luis Freitas; y el Secretario de Salud, Desarrollo Humano y Políticas Ambientales, Marcelo Campos. Cabe destacar que nuestros vecinos isleños no piden que se les descuente la luz, ni pagar menos, sino recibir un servicio digno como el resto de la población”.
En cuanto a los representantes isleños que participaron de la reunión, Fabio dijo: “Esto viene desde que se puso el suministro en el Delta en 1997. Desde entonces, hemos tenido problemas de cortes generales, reiterados, microcortes, baja tensión, y todo debido al mal estado de los tendidos eléctricos, que nacieron y continuaron mal. Esto afecta a la gente; hemos llegado a 15 días de corte luego de una tormenta. En la isla no hay un almacén o supermercado donde uno pueda ir y reabastecerse si tiene que tirar la comida. Es muy complicado; la gente necesita ayuda y está cansada. Tenemos un problema grave, porque dependemos de la electricidad para todo; es el único servicio público, y si no hay luz, no hay comunicaciones. Algunos que tienen familia en el continente pueden llegar a pasarla relativamente bien, pero el 90 % se tiene que quedar en la isla con los riesgos que se corren”.
“Hemos recibido el apoyo del Intendente Andreotti y los funcionarios, que nos comunicaron que harán por su lado los reclamos a Edenor, al ENRE y a los organismos que tienen la obligación de controlar y brindar un servicio como está estipulado en el contrato de concesión que firmaron. Nosotros pagamos la boleta muchísmo más, y el servicio es peor que antes”, finalizó.
Y su vecina Yamile agregó: “Atravesamos esta problemática hace años en todo el Delta. Tenemos cortes de luz a diario, que duran horas o días. En esta geografía particular somos electrointensivos, porque con electricidad cargamos agua, funcionan las escuelas y hospitales, y nos comunicamos con teléfonos celulares. Si no tenemos luz, todo el sistema social en el Delta colapsa: desde la seguridad, la salud, hasta el trabajo. Y con la problemática que no podemos trasladarnos de un lugar al otro con facilidad porque tenemos horas de viaje; es un sistema de transporte muy complejo”.
“Desde el año 2016, los vecinos de las tres secciones del Delta estamos organizados en una red social de control ciudadano ante una empresa monopólica, donde actuamos de nexo junto con los municipios e instituciones para tratar de mejorar la calidad de servicio y atender situaciones de crisis cuando se cae la energía eléctrica en el Delta. Tenemos reuniones periódicas con la empresa para saber exactamente donde se produce el corte, por qué y cuanto tiempo lleva restituir el servicio, así podemos mantener informada a la sociedad”, finalizó.